Pilotina 35
Esencia mediterránea
El nombre de Pilotina es empleado tradicionalmente en Italia para designar las embarcaciones que utilizan los prácticos ("piloti") de los puertos. Como puede suponerse, estos barcos deben ser capaces de salir al mar en cualquier condición.
Con unas líneas de casco intemporales, basadas en diseños que se pierden en la memoria de los carpinteros de ribera italianos, la Pilotina 35 fue un barco que fabricó con notable éxito los hoy desaparecidos astilleros Silentcraft, ubicados en la población de Oliva (Valencia). De este molde salieron alrededor de una cuarentena de embarcaciones, con una producción que se mantuvo en activo a lo largo de la década de los ochenta.
Como hemos comentado, la Pilotina 35 tiene un diseño de casco y una solidez de construcción basados en los barcos que utilizaban los pilotos de los puertos italianos, obligados por su profesión a salir al mar todos los días del año. Estos barcos se construían originalmente en madera, de forma tradicional, en varios astilleros locales. Pero cuando la náutica de recreo empezó a tomar auge en el país transalpino (estamos hablando de mediados de los años sesenta), muchos aficionados pensaron en adaptar este tipo de embarcación al uso particular, de forma parecida a lo que hicieron los navegantes norteamericanos adaptando los trawlers de los pescadores a un uso deportivo.
El éxito comercial sorprendió incluso al propio astillero y pronto los pedidos superaron las posibilidades de la construcción del barco en madera, de forma que, haciendo un molde a partir de un casco diseñado por Manuel Cappolini, el astillero italiano Motomar empezó una producción en fibra de vidrio de la Pilotina 35, al tiempo que se introducían ciertas reformas en la carena para alcanzar mayores velocidades sin perder las cualidades de navegación propias de este tipo de barco.
Tras el éxito de este modelo en Italia, los astilleros Silentcraft se hicieron también con su molde, empezando la construcción de la Pilotina 35 en nuestro país.
Un barco al socaire de las modas
El resultado de esta adaptación tiene mucho encanto, incluso juzgando el barco con criterios actuales. La Pilotina 35 es un barco muy adecuado para salir a pescar o navegar de crucero por el Mediterráneo, soportar sus calmas y también sus momentos de mal humos, y disfrutar todo el año de su envidiado clima.
Los parámetros de construcción de la Pilotina 35 son bastante inusuales en la actualidad. En los fondos del csco y alrededores de la quilla encontramos grosores de fibra de 35 milímetros, mientras en los costados y otras partes de la obra muerta, estos espesores -sólo- bajan hasta los 15 milímetros. Si a esta generosa aplicación de fibra de vidrio añadimos los distintos refuerzos en madera de balsa repartidos longitudinal y transversalmente por todo el casco, nos encontramos con un barco capaz de navegar con toda seguridad en cualquier condición de mar.
El precio a pagar por este derroche de material es un desplazamiento que llega hasta casi cinco toneladas, impidiendo unas prestaciones deportivas, pero garantizando unos 15 nudos de velocidad en toda circunstancia.
A nivel estético, la Pilotina 35 no puede esconder un cierto aire "retro" que sigue bastante actual en su concepto. Originalmente, el barco salía del astillero con unos elegantes insertos decorativos de madera en el casco y con un grueso cintón de cabo de Manila como defensa en todo su perímetro, al igual que los barcos de los prácticos. Estos accesorios, así como el prominente botalón en madera de teca, son aun visibles en algunas unidades, si bien en otras han ido desapareciendo o dejando paso a la pintura.
Como en muchos barcos de esa época, las sobreestructuras de la Pilotina 35 están construidas en contrachapado de madera estratificadas con fibra de vidrio. Si la buena apariencia no es el punto fuerte de este tipo de construcción, su mantenimiento y posibles reparaciones son generalmente sencillos mientras no haya habido entradas de agua persistentes.
Crucero familiar de verano
Un aspecto donde la Pilotina 35 satisface a la perfección los requerimientos de la navegación mediterránea estival es en la distribución de espacios, tanto en el interior como en cubierta. Su bañera es amplia y despejada, perfecta para la pesca o las comidas al aire libre. En el interior, en vez de la habitual -y nunca utilizada- dinette que vemos en muchos barcos diseñados para navegar en aguas nórdicas, la Pilotina propone un camarote independiente en proa y dos prácticas literas individuales flanqueando la zona central del barco, donde se ha dispuesto un gran mueble con armario y cajones para la ropa. A la cabina de baño, de buenas dimensiones, se accede desde esta zona central, que disfruta de una altura de techo de 1,90 metros y permite una correcta circulación interior.
A vbabor del puente de mando, con visión en todo el horizonte, hay un mueble-cocina con fregadero, quemador y nevera eléctrica (de serie), además de dos banquetas laterales convertibles en litera doble ocasional. Una mesa desmontable, escondida en el techo, sirve tanto para las comidas en el puente como en la bañera.
Quienes navegan por el Mediterráneo saben que, en crucero, las literas sólo se utilizan para dormir y que la vida a bordo transcurre siempre en el exterior del barco; desde el desayuno a la cena. Los creadores de la Pilotina 35 conjugaron perfectamente este estilo de vida, adelantándose a unos criterios que muchos astilleros descubrieron décadas más tarde.
A nivel de prestaciones, la Pilotina 35 no es un barco que destaque del pelotón. Sus formas de casco tienen un lanzamiento de proa muy recto y una pronunciada "V" para cortar las olas con suavidad. Las formas van redondeándose hacia popa, impidiendo entrar en planeo por más potencia que se le aplique al barco, pero garantizando una vavegación sin apenas pantocazos en cualquier condisión. De alguna manera, el diseño y el navegar de la Pilotina 35 recuerda al de los gozzo italianos, un estilo de barco que siguen contando con el favor de los aficionados.
En principio, la Pilotina 35 se ofrecía con varias marcas de doble motorización diesel (Perkins, Aifo Fiat, M.W.M., Volvo Penta, Renault, etc.) entre 90 y 180 CV, siempre con transmisión por eje. Con el tiempo, la oferta del catálogo subió hasta un abanico entre 150 y 210 CV. Con estas potencias, la Pilotina 35 llega a unas prestaciones sobre los 20/22 nudos de velocidad máxima en el mejor de los casos, aunque repetimos que este casco se siente cómodo navegando con un crucero sobre los 15 nudos. No es una velocidad espectacular, pero la Pilotina puede ir muy lejos (autonomía rondando las 400 millas) en toda seguridad.
Precios y oportunidades
La cifra de Pilotina 35 que salieron de los desaparecidos astilleros Silentcraft podría llegar a la cincuentena, y la mayoría de ellas siguen en activo. La solidez y alta calidad de fabricación de este barco permite que mantenga un precio relativamente estable en el mercado de ocasión, si bien en estas edades, los descuidos en el mantenimiento pueden destrozar la cotización de cualquier unidad.
Las principales atenciones que deben observarse en este barco conciernen, evidentemente, al estado de sus motores, sobre todo en el caso de se mantengan las mecánicas originales. Las sobreestructuras, construidas en contrachapado de madera laminado con fibra de vidrio, también merecen una detenida revisión, pues una entrada de agua o algún golpe pueden haber dejado su huella en la fibra o en la carpintería. En lo que respecta a las obras vivas, los problemas de solidez o deslaminación son raros, y generalmente se deberán a causas accidentales.
La calidad de las maderas empleadas (mayoritariamente teca) y el buen trabajo de los carpinteros de Silentcraft son garantía de una larga vida útil en todos los elementos del interior. Unas sesiones de lijado y barnizado, o el cambio de alguna moqueta o tapicería y alguna mano de pintura serán suficientes en muchos casos para devolver a cualquier Pilotina 35 su entrañable aspecto original.
Por lo demás, esta motora responde en su concepto, forma de navegar y acomodación interior a conceptos de larga tradición en el Mediterráneo y que siguen plenamente actuales: Tranquilidad y buena vida al aire libre.
(por: Enric Roselló, SEP-13)
Principales características
Modelo: Pilotina 35
Astillero: Silentcraft S.A.
Diseño: Manuel Cappioni
Material de construcción: Fibra de vidrio (sobreestructuras en contrachapado laminado)
Eslora total: 10,50m
Eslora de casco: 9,50 m.
Manga: 3,10 m.
Calado: 0,60 m.
desplazamiento: 4.800 Kg.
Combustible: 1.050 l.
Agua dulce: 325 l.
Motorización: 2 x 120 a 180 HP.
Velocidad máxima: 17 a 21 nudos
Velocidad crucero: 15 a 17 nudos
Autonomía: 400 millas (aprox.)
Documentación técnica: Bricomar
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