La temporada 2022 cae a cifras de 2018 y cierra con 5.847 matriculaciones. Sólo sobrevive el chárter
(5/ene/22) Las cifras anuales 2022 bajan un 15% respecto a 2021. Los 5.847 barcos matriculados en España en 2022 quedan entre las 5.545 matrículas de 2018 y las 6.080 de 2019. La guerra, la inflación, la falta de suministros, las subidas de tipos, las trabas administrativas y los altos costes de amarre y mantenimiento no juegan precisamente en favor de la recuperación del sector.
Carlos Sanlorenzo, secretario general de la patronal ANEN, contemporiza sobre esta bajada en las matriculaciones afirmando que: “El sector náutico ha mantenido la situación de estabilidad durante todo el año, pese al contexto económico y la crisis logística, destacando la mejora de los datos de matriculaciones de embarcaciones de recreo en el último trimestre, tanto en el mercado global como en el del chárter náutico. Son datos que reflejan el buen posicionamiento del turismo náutico y la apetencia de la sociedad por la náutica de recreo para disfrutar del tiempo libre, lo que reafirma el potencial del sector náutico como dinamizador del turismo ‘marca España’, en una coyuntura económica que se presenta compleja para 2023 y a la que el mercado náutico no es ajeno”.
El chárter lleva hoy la batuta
Solamente el chárter mantiene el tipo en esta sostenida cuesta abajo. Las 1.963 matriculaciones de barcos de alquiler en 2022 bajan ligeramente sobre las 1.992 de 2021 pero sostienen el 33,5 % de las ventas totales del año (5.847 barcos).
El porcentaje de los barcos de chárter en nuestras aguas era un testimonial 2,65% en 2007, cuando en España se matricularon 10.000+ barcos, en el pico de las ventas históricas en nuestro país. Hoy, los barcos de alquiler sostienen un tercio largo de las ventas nacionales y ya son el grueso de los barcos en el agua, pues un barco de chárter siempre navega más días al año que un barco de armador particular.
El sector necesita una reconversión para adaptarse a esta realidad. Los astilleros hace tiempo que diseñan sus barcos en previsión de un mercado sin armadores particulares, pero quedan muchos estamentos que parecen no darse cuenta de que la náutica ha cambiado.
Las concesiones a los puertos y marinas han de replantearse por parte de la administración ante las nuevas realidades. Los clubes náuticos han de reposicionar su razón de ser asumiendo que los socios de siempre y sus cuotas mensuales son una especie en extinción. Es inevitable abrir puertas al pay&play, como han hecho los clubes de tenis, golf o esquí.
Incuso los salones náuticos han de replantear varios de sus axiomas y prioridades a sabiendas de que el grueso de los visitantes no aspira hoy a comprar un barco, sino a alquilarlo.
En este nuevo contexto de supremacía en el mercado, los clientes y empresas de chárter ya no necesitan los mimos que la patronal y la administración les dispensaron hace años para promocionar este incipiente sector. Ya no hacen falta las boyas reservadas en Cabrera para los barcos de alquiler ni los amarres exquisitos y exclusivos frente a Sa Llotja de Palma o en el puerto de Mahón.
Quienes hoy necesitan estos mimos son los armadores privados ‘de toda la vida’, en severo riesgo de desaparecer. La Administración debería volcarse en dar facilidades a las concesiones de los clubes sociales y en mejorar la disponibilidad (en precio y cantidad) de los amarres fijos y en tránsito que utilizan estos armadores particulares.
Para un armador particular, tener un barco es un gasto puro y duro, mientras que para una empresa de chárter, comprar un barco es una inversión que genera ingresos y beneficios. No se pueden tratar a ambos colectivos con el mismo rasero.
Los datos del mercado en 2022
Las matriculaciones totales en 2022 se cifran en 5.847 barcos, un -14,94% menos que en 2021. Son datos incluso mejores que el 17% a la baja que el mercado ha ido reflejando en los 3 últimos trimestres del año. Esto se debe a un diciembre milagroso, que ha roto las tendencias históricas a la baja de este mes, señalando en 2022 un crecimiento del 31% de las matriculaciones con respecto al mismo mes de 2021.
Por eslora, en el consolidado del ejercicio, cabe destacar que los barcos mayores de 16 m. crecen un 5,9% (de 68 a 72 unidades). El resto de las esloras caen, con mayor incidencia en las franjas medias (8 a 16 m.)
Por tipo de embarcaciones, las motos de agua acusan la mayor caída anual (-27%) al ser las más afectadas por la crisis logística. Los veleros también bajan un 15,5%, a la par de la merma del mercado, lo mismo que los barcos a motor (-12%), las neumáticas semirrígidas (-8,6%) y las plegables (-3%).
Pocas sorpresas en el reparto territorial de las matriculaciones, con Cataluña y las Baleares encabezando la actividad náutica con cuotas de mercado del 19,7% y 18,5%, respectivamente.
En el mercado de chárter, las Baleares mantienen su hegemonía de mercado con un 31% de las matrículas anuales en Lista 7ª. (Datos facilitados por la patronal ANEN y la DGMM)
Por: Enric Roselló
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