Tras Nueva York y Plymouth, los mejillones también filtrarán los microplásticos del puerto de Palma
(6/jul/22) Los estudios confirman que un solo mejillón filtra hasta 2 litros de agua por hora y la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) pone en marcha su proyecto ‘El Mejillón’ como limpiador de las aguas del puerto de Palma. Se trata de un estudio dirigido por el Centro Oceanográfico de Baleares que ha confirmado su viabilidad tras las primeras pruebas.
Con el apoyo logístico de la empresa Astilleros de Mallorca, los científicos del Oceanográfico han iniciado sus primeros trabajos en el puerto de Palma, instalando dos ‘cuerdas’ con mejillones aportados por los mariscadores de Menorca. Cada cuerda lleva unos 30 mejillones, y una se ha instalado en la dársena de las instalaciones de Astilleros de Mallorca y otra en la zona de La Lonja. Otra cuerda en el exterior del puerto hace las veces de control y diferenciación de parámetros con las del interior.
Cada tres meses, el equipo investigador del Oceanográfico, dirigido por la Dra. Salud Deudero, analizará los tejidos de los mejillones de esta primera fase, determinando la cantidad de hidrocarburos, metales pesados y microplásticos que acumulan. Finalmente, en esta primera fase de estudio, si los mejillones del puerto de Palma resultaran beneficiosos y viables para el biofiltrado de las aguas portuarias, se publicaría una propuesta científica para implementarlos a corto plazo en el puerto de Palma y a medio plazo en otros puertos de la APB.
Filtrar toda el agua del puerto
Los primeros cálculos aseguran que unos 4.000 m. de cuerda de mejillón, que estarían instalados y ocultos bajo algunos pantalanes, podrían filtrar toda el agua del puerto de Palma cada tres meses, ya que un solo mejillón filtra hasta 2 litros de agua por hora. Estos cálculos previos serán validados en la segunda fase de estudio.
De hecho, diferentes estudios, como el del laboratorio marino de Plymouth (UK) confirman la capacidad de los mejillones para eliminar los pequeños plásticos flotantes, comprobando que un grupo de solo 300 mejillones podía filtrar hasta 250 mil microplásticos cada hora. Los resultados permiten afirmar que los mejillones podrían reducir hasta el 25% de los microplásticos que flotan en el mar.
A día de hoy no existe una fórmula de filtrado y depuración de aguas portuarias más barata, ecológica y sostenible que esta. Además, según los expertos, los mejillones no tendrán que ser sacrificados, ya que podrán vivir todo su ciclo vital sin padecer por el hecho de vivir en un puerto, donde hasta hace pocos años eran habituales. Los elementos contaminantes serían finalmente recuperados y eliminados según la normativa vigente. Estos moluscos, por tanto, podrían devolver a las aguas portuarias su balance ecológico, aunque se tarden años o décadas, de una forma natural y equilibrada con el medio.
Los mejillones en ningún caso se destinarán al consumo. Su misión será únicamente filtrar, oxigenar y mejorar las aguas portuarias. En un futuro, quizás se utilicen también en zonas próximas a emisarios, aguas de deficiente oxigenación y renovación o con exceso de aportes de fertilizantes de origen agrícola.
El primer puerto del mundo que ha implementado a gran escala el sistema de biorremediación con mejillones ha sido el de Nueva York. Las conclusiones de los investigadores de la Administración Oceánica y Atmosférica norteamericana son claras: los mejillones consiguieron filtrar bacterias, microalgas, sedimentos, hidrocarburos, metales pesados e incluso microplásticos, mejorando notablemente las condiciones biológicas y físico-químicas de las aguas portuarias de la ciudad norteamericana.
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