Tras años de ocupación ilícita, los amarres de Trapsa Yates en Mahón salen finalmente a concurso

Mar Abierto La zona de amarres ocupada por Trapsa Yates en el Port de Maó se va

(24/feb/22) Enésimo capítulo en el serial de despropósitos que empezaron a primeros de siglo con la adjudicación a Trapsa Yates los amarres justo enfrente de la casa-club del Club Marítimo de Mahón, que los había utilizado durante décadas para sus socios y transeúntes. La zona ocupada por Trapsa Yates se licitará de nuevo, pero reconvertida en dos concesiones.

Tras diversas vicisitudes políticas, económicas y judiciales que llevaron a la anulación de la concesión, la empresa Trapsayates, sobre la que pesa una sentencia judicial de desahucio, abandonará finalmente una concesión que ha sido problemática desde el primer día y que lleva ocupando desde 2018 a precario y de forma totalmente ilícita.
La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha acordado finalmente sacar a concurso estos amarres en la mejor zona del puerto de Maó y la concesión original se va a dividir en dos partes.
Habrá un concurso para la gestión de los amarres de unos 165 barcos de 8 a 15 m. entre Sa Punta des Rellotge y es Gatassus, en el muelle de Levante del puerto de Maó. Son los que quedan aproximadamente enfrente de donde está la sede social del Club Marítimo.
En este concurso, el licitante deberá prestar especial atención al fomento y enseñanza del deporte, y dispondrá de 19.167 m² de lámina de agua y 698 m² de superficie en tierra, con cuatro pantalanes flotantes sobre pilotes.
El concurso incluye además la explanada y muelle asociado para la varada de embarcaciones ligeras para las actividades de carácter formativo, deportivo, educativo, social y cultural. Esta explanada y su gasolinera anexa siempre ha sido utilizada por el Club Marítimo.
El texto del concurso incluso señala que estas últimas actividades no podrán tener fines lucrativos, lo cual prácticamente excluye a una empresa comercial en la puja.
Este primer concurso parece redactado a medida para que solo pueda aspirar a él el Club Marítimo de Mahón. Esperemos que nadie lo impugne por esta parcialidad, como ocurrió con la renovación de las instalaciones del Club Náutico Ibiza, anuladas recientemente por motivos similares por el Tribunal Constitucional.
La autorización será por 2 años, con posibilidad de prórroga hasta 3 años. La cuantía anual de salida -a mejorar- es de 160.800€.

Una concesión para las esloras mayores
El segundo concurso a licitar en Maó comprende los aproximadamente 32 m. lineales de muelle y un pantalán (también flotante y puntualmente pilotado) en la Punta de Cala Figuera.
En este caso, la autorización contempla la gestión por 2 años -prorrogables hasta 3- de 22.188 m² de espejo de agua donde pueden amarrar unos 30 barcos de hasta 60 m. La tasa anual de ocupación a mejorar es de 192.700€.
Esta zona, actualmente ya ocupada y amarrando estos grandes yates, queda en la amplia curva del Moll de Llevant antes de convertirse en el Varadero Reynés (antiguos amarres de Sunseeker Menorca). El Club Marítimo de Mahón ha gestionado estos últimos años esta quincena de amarres frente al Varadero Reynés, los únicos de que dispone actualmente en el puerto.