Puerto de Maó: Tras trocear las concesiones del puerto, la A.P.B. va otorgando las nuevas gestiones
(20/may/22) El puerto de Maó va consolidando sus aires de puerto italiano por la multiplicidad de concesiones en cada tramo de muelle, pantalán o isla flotante. El navegante que llega por primera vez al precioso puerto de la capital menorquina ha de tener claras, previamente a su llegada, sus preferencias de zona donde amarrar y quién es el titular de las instalaciones en cuestión. Es un aliciente añadido a la visita.
Da la impresión de que los comunicados de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) sobre las licitaciones y resoluciones de las distintas zonas en el puerto de Maó se encadenan como una serie televisiva.
La más reciente es la otorgación a la empresa Poon Hill S.L. de la gestión de los amarres en la zona del varadero de’n Reynés, en el muelle de Levante del puerto. Uno de los administradores de Poon Hill es Juan José Costa, vinculado a Marina de Formentera, gestora durante años de la dársena de poniente de La Savina, y de Pitiusa de Ecología, empresa responsable del control de fondeos en Ibiza y Formentera.
Esta autorización supone la gestión de unos 11.000 m² de espejo de agua y 247 m. lineales de atraque, con unos 48 amarres de esloras entre los 8 y los 30 metros. El concurso establecía una tasa anual de salida de 107.120 € y una tasa de actividad del 4% sobre el volumen de negocio. La oferta ganadora ha propuesto añadir un fijo anual de 130.000 € que se suma a las cantidades anteriores.
La explotación se alarga por dos años, prorrogables un máximo de un año más, y también incluye los suministros de agua, energía eléctrica y eventuales servicios de telefonía y transmisión de datos a las embarcaciones.
Al concurso de los amarres en la zona de’n Reynés se presentaron cuatro ofertas. Entre ellas la del Club Marítimo de Mahón, entidad que históricamente gestionó esta zona, hace cerca de 20 años perdió todos sus amarres en el puerto en una licitación que luego se demostró amañada, hace unos 5 años recuperó algunos amarres en en la zona de’n Reynés y parece que en breve recuperará la concesión de los amarres hasta ahora gestionados por Trapsa Yates frente a la sede social del Club Marítimo, licitados en paralelo a los de la zona de’n Reynés.
Como ya se intuía en el pliego de condiciones, el club menorquín ha sido la única entidad que ha presentado oferta para la gestión de los 19.167 m² de lámina de agua con 165 amarres para barcos de 8 a 15 metros en el Muelle de Levante, en las instalaciones que quedan frente a su sede social. Queda por ver si podrá ocupar la zona este verano 2022, pues el desalojo de Trapsa Yates está inmerso en una riada de alegaciones y barricadas burocráticas que podrán alargar su ocupación alegal hasta 2023, fecha final de la concesión.
El tercer concurso pendiente de licitar en Mahón es el de los amarres que quedan entre las instalaciones que ya podríamos llamar del Club Marítimo y la zona de’n Reynés. Es un tramo de solo unos 30 metros lineales de muelle y 22.000 m² de lámina de agua. Pero allí pueden amarrar dos o tres barcos de hasta 60 metros. La zona es golosa para las empresas del ramo y hay hasta 5 ofertas sobre la mesa de la APB, entre ellas la del Club Marítimo, la de Tanit Ibiza Ports, que parece ser la puja más alta, o la de Desarrollos Concesionales Insulares (DECOIN).
Por: Enric Roselló
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