First Class 8

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Un monotipo de leyenda

Presentado al público a primeros de los 80, el First Class 8 fue durante dos décadas el monotipo por excelencia en Europa. Más de 1.200 unidades demuestran su gran aceptación y actualmente sigue siendo un interesante y económico compromiso para combinar regatas de club y salidas diurnas o de fin de semana con la familia.

Con una flota en España que en su momento superó las 60 unidades en activo (más de 1.200 en toda Europa), el First Class 8 fue el monotipo de regatas de mayor implantación en nuestro país hasta la entrada en el siglo XXI.
Diseñado por el tandem Jean-Marie Finot / Jacques Faroux y fabricado por Bénéteau, el First Class 8 se construyó a buen ritmo desde 1982 hasta 1997. El barco tiene una eslora de 7,80 m. para un desplazamiento de 1.500 kg. Estas medidas, unidas a los 2,49 m. de manga, quedan al límite de lo permitido para poder llevar el barco sobre remolque tras un coche de media potencia, facilitando desplazamientos a regatas (o zonas de crucero), varadas o el invernaje económico ‘tierra adentro’.
Originalmente, el First Class 8 sepresentó como un monotipo que permitía alternar el crucero con las regatas. Pronto se vio que su verdadera vocación eran las balizas, aunque muchos armadores utilizaran su barco para el baño veraniego en plan day-boat o para escapadas de fin de semana con la familia. Los recursos para el crucero del FC8 son limitados, con una rudimentaria mesa de cartas, un hornillo de gas y cuatro literas de correctas dimensiones.
Pero el buen volumen de la cabina en comparación con monotipos de regata más recientes, autoriza ligeras mejoras en comodidad que los distintos armadores de cada unidad han podido plantear con el tiempo, como el fregadero, el agua a presión, un WC químico o algún compartimento adicional de estiba. En todo caso y con la distribución original, el FC8 tiene un cómodo almacenamiento de las velas y material de regata, compensando la ausencia de cofres en cubierta.
Una singular característica de este modelo que es su quilla de plomo pivotante hasta quedar pegada bajo el casco. Su diseño era en su día tan avanzado que sigue siendo utilizado en distintos veleros varias décadas después de su presentación. Las ventajas de esta quilla abatible son pocas en navegación (los más puntillosos la elevan en las popas para minimizar el arrastre), pero permiten varar el barco en rampas y bajan el centro de gravedad en el transporte. En crucero, limitar el calado a 0,65 m. invita a fondear en rincones solitarios e inaccesibles a los demás veleros.
La gran bañera del First Class 8, con bancos laterales y la maniobra dispuesta en las bandas y sobre la cabina, resulta quizás más funcional en crucero que en regata. Los cinco tripulantes permitidos en este barco por las normas de la Clase (en regatas de flota abierta el número puede variar) deberán organizarse ordenadamente para no molestarse durante las maniobras más rápidas.
El First Class 8 tiene un plano vélico en ceñida de 39,44 m2, con un solo piso de crucetas atrasadas back-stay y burdas simples. Esta combinación es muy sólida y permite sacar el mejor partido del barco en todas las condiciones de viento. Con ventolinas y poca mar se puede incluso prescindir de burdas, pues las crucetas atrasadas ya garantizan la estabilidad del conjunto.
Esto no quiere decir que los reglajes del aparejo sean someros. Sacar lo mejor de este velero supone afinar en la tensión de los obenques y en la caída del palo, implantado sobre la quilla. Todo reglaje tiene su contrapartida en las prestaciones.
El generoso plano vélico y la profunda quilla (1,85 m) le otorgan FC 8 unas prestaciones en ceñida y una resistencia a la escora del mejor nivel, aunque los tripulantes en las bandas nunca están de más para mantener el casco plano en regata. La posición y el peso de estos tripulantes tienen un papel esencial en el paso por la ola contra el viento y las mejores tripulaciones conservan toda la mayor hasta los 20+ nudos de viento aparente. La botavara, con toma de rizos clásica, facilita la reducción de superficie de la mayor, siendo un buen quitamiedos para las tripulaciones más noveles y un plus de seguridad en las escuelas y en salidas familiares cuando el viento se anima.
Por peso y superficie vélica, el First Class 8 arranca fácil al primer soplo, aunque el pequeño Beneteau muestra sus mejores armas cuando el viento sube de los dos dígitos. Los vientos portantes con fuerte brisa son los favoritos de este casco, que se mantiene siempre estable y pronto empieza a planear con cifras sostenidas de dos dígitos en la corredera.
La caña suspendida en el espejo de popa es precisa en todos los rumbos, pero ciertamente física por poco que el barco coja velocidad o ángulo de escora. La ceñida o la popa a todo trapo y con vientos consistentes pueden agotar los brazos de los patrones más musculosos. Esta dureza de la caña es uno de los principales reproches históricos de este modelo.
El espinaquer simétrico de este monotipo es grande (49 m²) y de anchas espaldas. Con él es posible andar rápido en los tramos de popa redonda, si bien muchos FC8 han adoptado con los años un botalón para el espi asimétrico y/o el código 0.

Una gran oportuunidad
Con más de mil unidades en toda Europa, es fácil encontrar un First Class 8 de ocasión en buen estado y a un precio razonable. Su construcción clásica en laminado de fibra de vidrio, con los refuerzos estructurales solidarios al casco también por laminado (sin contramoldes) es legendaria por su longevidad, patente incluso en las primeras unidades de la serie. He visto FC8 medio abandonados en explanadas, rallados, sucios y con su maniobra enmohecida que siguen mostrando una cubierta firme y un casco a toda prueba. El barco apenas sufrió cambios en los 20 años en los estuvo en producción. Hacia el fin de su carrera se modificó la barra tubular de aluminio que sostiene el timón, sustituyéndola por un perfil de fibra de vidrio que también se podía integrar en viejas unidades.
La posibilidad de seguir disputando –y disfrutando- regatas de club en un buen nivel de competitividad con un presupuesto ajustado, así como la ventaja de poder utilizar el mismo barco para el crucero familiar de fin de semana son argumentos que tienen su gancho y que influyen en el precio estable de reventa de este Beneteau.
A lo largo de su vida útil, la mayoría de los First Class 8 habrá estado fuera del agua cuando no regateaban, lo que minimiza el riesgo de osmosis en sus cascos. Entre los puntos a revisar con atención en este monotipo está el mástil y su jarcia fija, tema siempre importante en unidades que hayan podido llevar una intensa actividad en regata. El estado del motor auxiliar y del eventual remolque son otros puntos a valorar.
En lo que respecta al casco, el mecanismo de izado/arriado de la orza (eje y rosca sinfín) también se ha de controlar de forma minuciosa y luego engrasar regularmente, lo mismo que la articulación, anclajes y la pala del timón suspendido en popa.
En todo caso, y como dice el refranero: “Barco pequeño, problemas pequeños”. Muchas de las deficiencias que pueda tener un FC8 en el mercado de ocasión pueden solucionarse de forma amateur y con presupuestos contenidos. No hay apenas instalación eléctrica, ni de agua, ni muebles que rehabilitar.

Características: Constructor: Bénéteau, Arquitecto: Jean-Marie Finot / Jacques Faroux, Material de construcción: Fibra de vidrio, Años de construcción: 1981 / 1998, Precio en 1989: 125.000,- FF (17.800€ aprox.), Eslora total: 8,50 m., Eslora casco: 7,85 m., Eslora de flotación: 7,10 m., Manga máx.: 2,49 m., Calado: 0,65/1,85 m., Desplazamiento: 1.500 kg., Peso de la quilla: 515 kg., Literas: 4, Mayor: 20,30 m2, Génova: 18,50 m2, Inter: 15,50 m2, Foque: 10 m2, Tormentín: 4,70 m2, Spinaquer: 49 m2.

Por: Enric Roselló