Porto Torres se pone al día, ampliando y mejorando su oferta de amarres a transeúntes

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Mar Abierto - Vista del pueblo desde los nuevos amarres del muelle Nino Pala, ge

(9/7/19) Buena noticia para los navegantes que tengan el norte de Cerdeña como destino de sus vacaciones. Porto Torres, en la entrada oeste de las Bocas de Bonifacio y el puerto más grande y seguro del norte de Cerdeña, amplía en más de 100 plazas su oferta de amarres y mejora sus servicios a los navegantes de paso, convirtiéndose también en una interesante opción para los interesados en invernadas a buen precio.

Cormorano Marina, hasta ahora responsable del entrañable –y vetusto- pantalán flotante frente el pueblo, amplia su concesión al contiguo muelle Nino Pala, donde ofrecerá más de 100 amarres para barcos desde 6 a 30 metros. La nueva concesión estará en marcha este verano con todos los servicios y unos precios de amarre de 60/65 € para un 12 metros en plena temporada. Los interesados en una invernada en este seguro puerto pueden optar por unas tarifas mínimas anuales de 2.800 a 3.150€ para un 12/13 m.
Tanto el pantalán flotante (120 plazas hasta 50 pies) como el muelle Nino Pala comparten espejo de aguas a levante del puerto comercial. El pantalán, que tiene prevista su renovación de forma inminente- queda a cruzar la calle del centro, mientras los amarres en el muelle Nino Pala obligan a rodear la explanada para llegar al casco urbano.
Porto Torres es una población que ha vivido muchos años al margen del turismo, incluido el náutico. El mayor sustento de Porto Torres fue durante décadas la importante empresa química instalada en su población, cuyas chimeneas se ven desde lejos. Esta factoría incluso tiene su propio puerto de carga para mercantes y su bocana puede inducir a confusión en la aproximación a puerto. Pero la industria química desapareció con la crisis y la población ha tenido que buscarse la vida en el sector turístico.
Objetivamente, Porto Torres no tiene demasiados encantos. En primera línea de mar apenas hay un solo edificio, una calle o un paseo mínimamente agradable para los peatones. Recientemente se ha habilitado el primer tramo de la calle principal (poco más de 100 m.) como zona peatonal, pero solo de noche y en verano.
Prácticamente toda la zona portuaria está consagrada a facilitar el tráfico rodado que se deriva de los barcos mercantes y de pasajeros que van y vienen en ferris regulares desde la metrópoli o desde varios puertos mediterráneos (incluida Barcelona). Comprensiblemente, los pasajeros se largan tan pronto desembarcan.
Pero tras esta presentación tan negativa, se ha de decir que Porto Torres esconde numerosos argumentos para seducir a sus visitantes. El primero de ellos es la seguridad de su puerto, accesible con cualquier mar y viento y con una amplia dársena (la del puerto mercante) que aplaca el oleaje y permite efectuar cualquier maniobra en aguas mansas.
En Porto Torres es posible avituallarse al completo, incluyendo gasolinera para grandes esloras, un par de supermercados apenas cruzando la calle y lavandería. También hay una correcta oferta de coches de alquiler, opción interesante en caso –habitual- de fuerte viento en las Bocas, pues permite amarrar el barco y visitar la región en coche, en vez de tener que esperar la encalmada fondeados o amarrados en un puerto con menos recursos.
Una agradecida ventaja derivada de la ausencia de hoteles e infraestructuras turísticas en Porto Torres es que el ambiente del pueblo es eminentemente local. Los restaurantes no presumen de sus menús en inglés o ruso y, sentados en cualquier bar o pizzería del pueblo, en las mesas vecinas solo se oye hablar italiano.
Otro gran atractivo es el cultural. Esta población esconde –en el sentido literal y metafórico de la palabra- unas ruinas de primer orden de su época romana, incluyendo unas termas públicas de gran tamaño, un enorme puente de piedra en perfecto estado cruzando el río Mannu (estuvo en servicio al tráfico rodado hasta hace unos pocos años) o un museo con interesantes detalles encontrados en distintas excavaciones y pecios cercanos. También es preciosa su basílica románica, muy grande en tamaño, en muy buen estado de conservación y de las pocas en el mundo con doble ábside y entrada lateral. (Cormorano Marina – Tel. 079 512 290 - info@cormoranomarina.it – VHF 74)