C.N. Port d'Aro: El proyecto de renovación de la concesión no tiene el apoyo unánime de los socios
La UTE Port d’Aro, formada Sierra de Mías S.A. (actual concesionaria) y el Club Nàutic Port d’Aro, quieren llevar adelante su plan de renovación por 25 años de la concesión de la marina de Port d'Aro (Girona). La obra prevé una inversión sobre los M25 € y reduce los actuales 800 amarres a 477 plazas, más otras 40 para transeúntes. Ocupando prácticamente el mismo espejo de aguas, se ganan plazas para las esloras mayores (hasta 22 m.) a costa de eliminar amarres de 6 metros.
Joan Tubella, consejero delegado de Sierra de Mías, Àlex Balletbò, gerente de la UTE Port d’Aro y Tomàs Fanjul, presidente del Club Nàutic Port d’Aro son los impulsores y cabezas visibles del proyecto de puesta al día de Port d’Aro. Los ejes básicos de esta actuación son:
Mejoras en la marina. Para mejorar la seguridad de la navegación dentro de la marina y al no ser posible aumentar la anchura del canal, se redistribuirán los amarres en las actuales ‘chicanes’ de la marina. También se realizará un dragado completo, se sustituirán buena parte de las cubiertas de los pantalanes y se renovarán las instalaciones de agua, electricidad y servicios.
Más manga en los amarres. La manga de los amares se adecuará a la moderna realidad, dando también entrada en la marina a los catamaranes
Menos amarres de poca eslora. La demanda de amarres menores de 6 m. decrece paulatinamente y la tendencia es alojar estas embarcaciones en marinas secas. El proyecto incrementa los amarres de gran eslora con una quincena de plazas hasta 22 m. a costa de reducir el número de amarres menores.
Prolongación de la bocana. La bocana de Port d’Aro es actualmente peligrosa incluso con oleajes medianos. Se ha previsto alargar el espigón en 75 m. y ganar anchura de bocana. Las obras habilitarían una explanada de 300 m² para la vela ligera y la nueva bocana mejoraría hasta un 55% la protección con fuerte mar de levante o garbí.
Circulación y viales internos. Varios viales de circulación interna de la marina ganarán amplitud y se habilitará un nuevo acceso junto a la carretera de Sant Feliu de Guíxols a Palamós.
Integración con el municipio. Para que el acceso a la marina desde el municipio de Port d’Aro sea más fácil, se construirá un paseo marítimo con financiación compartida entre administraciones. Este paseo tendrá continuidad sobre el espigón, aportando nuevas perspectivas visuales sobre Punta Prima y la Platja gran.
Movilidad peatonal. Para facilitar la movilidad de los usuarios de la marina y de los vecinos de Platja d’Aro, habrá una “navette” conectando las dos riberas de la marina, el pueblo y la playa de La Conca.
La oposición de la plataforma “Socios Indignados”
El proyecto de Sierra de Mias no tiene el unánime respaldo de la masa social del Club Nàutic Port d’Aro. Unos 250 socios se han constituido como oposición en una plaforma de nombre “Socios Indignados”, denunciando varios aspectos del proyecto. La primera discordancia es la estética medioambiental de la nueva bocana. Otra divergencia es la reordenación de esloras, que deja fuera de la marina unos 200 amarristas de barcas menores.
Pero en el fondo, los dos grandes problemas del proyecto son su alto coste y el interés inmobiliario latente en él. En lo que respecta al coste, la simple división de los M25 € de inversión del proyecto por las 477 plazas resultantes da una media de 52.000 € por amarre, una cifra unas tres veces superior a lo que se oferta actualmente en la costa catalana. Es evidente que la Costa Brava puede justificar cierto valor añadido en su oferta náutica, pero muchos socios se cuestionan hasta donde puede llegar este incremento, al tiempo que otros ni pueden permitirse afrontar esta inversión en estos momentos de crisis.
En lo que respecta a los supuestos planes inmobiliarios, los ‘Socios Indignados’ acusan a los promotores de opacidad y cuestionan la viabilidad y/o la oportunidad de los proyectos junto al remodelado puerto, proyectos que incluyen un hotel de lujo, un centro comercial y bloques de viviendas de alto nivel.
En resumen, los ‘Socios Indignados’ denuncian que el proyecto que han de sufragar a un alto precio no es para ellos, sino para unos navegantes y turistas de alto poder adquisitivo que se espera acudan a Port d’Aro en el futuro atraídos por las comodidades de la marina. (por : Enric Roselló, editor de Mar Abierto)
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