La APB vuelve a plantear un concurso ‘a medida’ para las instalaciones del Club Náutico Ibiza

Mar Abierto Los amarres para transeúntes quedan en la parte exterior del pantalá
Mar Abierto El CN Ibiza lleva más de 10 años esperando una solución de continuid
Mar Abierto El constante ruido y trajín de los ferris a Formentera incomoda much

(12/jun/22) La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) saca a concurso la gestión de las instalaciones donde se ubica el Club Náutico Ibiza desde hace 100 años. Las bases de este concurso, que sustituye a otro similar denunciado y derogado por los tribunales, priorizan el papel social y de promoción del deporte del adjudicatario, en vez de valorar el importe aportado de acuerdo con las bases establecidas.
El concurso busca la mejor solución para gestionar una superficie de 29.309 m² (22.596 m² de espejo de agua y 6.713 m² de superficie en tierra), con especial atención al fomento y enseñanza del deporte náutico.
La explotación se hará mediante administrativa e incluye 269 amarres para barcos de hasta 15 m., servicio de bar/ restaurante, varada de pequeñas embarcaciones y actividades formativas, deportivas y culturales que serán propuestas por el licitador. La cuantía anual de la tasa de ocupación a mejorar por el licitador es de 334.101€.

Embarcaciones de base
Con una limitación de eslora a 15 metros, los amarres se destinarán preferentemente al amarre fijo de los barcos de los socios del club, sin perjuicio de que la autorización prevé hasta un 15% de los amarres para transeúntes.
La autorización será de un año, prorrogable de año en año hasta un máximo de tres. Según la APB, este concurso es transitorio y pretende mantener los servicios que viene prestando el club, aunque se pueden proponer —y se valorarán— inversiones en mejoras de seguridad, operatividad y las vinculadas al Plan de Contingencias, todas ellas con instalaciones desmontables, ante posibles episodios de agitación interior de las instalaciones. Para ello, la APB pondrá a disposición del concesionario unas superficies en tierra de 3.000 m² y 4.500 m² de espejo de agua, así como 100 puestos de amarre en temporada baja en las instalaciones de Marina de Botafoc, además de 180 m² de pantalanes flotantes en caso de activación del Plan de Contingencias. Todo ello en aras de priorizar la seguridad y operatividad de la instalación.

Los clubes náuticos se amarran al corporativismo
Vista la propuesta de la APB, la Asociación de Clubes Náuticos de Baleares (ACNB) ha reiterado su apoyo al Club Náutico Ibiza (CNI) en la renovación de las instalaciones que ocupa. La ACNB considera “más necesaria que nunca” la función social y deportiva de los clubes náuticos en su condición de entidades sin ánimo de lucro y lamenta la “confusión” generada con el expediente por el que el CN Ibiza trató de obtener una nueva concesión administrativa, finalmente rechazada por los tribunales.
La ACNB remarca que dicho procedimiento se llevó a cabo con transparencia y que "intentar que las cosas cambien por medios legales es legítimo y forma parte de un estado de derecho. La ACNB nació para recalcar el valor patrimonial y social de los clubes y con el objetivo de trasladar a la opinión pública y a la clase política, la diferencia entre las entidades mercantiles con ánimo de lucro y sin estructura deportiva y los clubes náuticos, cuyos beneficios se reinvierten de manera íntegra en la subvención del deporte náutico".
La ACNB busca reconocimiento para los clubes en el convencimiento de que sin ellos quedaría cerrada la puerta de acceso al mar de los ciudadanos y de que deportes como la vela y el piragüismo desaparecerían.
La ACNB no comprende cómo el frustrado proyecto del CN Ibiza puede ser calificado de “amaño” por el mero hecho de haber sido rechazada en los tribunales. No duda de que la tramitación tuviera errores administrativos que desembocaron en su anulación, pero los hechos no revisten naturaleza criminal.
La ACNB respeta las decisiones judiciales, pero se considera con derecho a defender la protección para los clubes y de advertir a la opinión pública de que el relato que está trascendiendo responde a los intereses de unos denunciantes que han forzado el Derecho para convertir en causa penal lo que, a juicio de la ACNB, nunca debió trascender el ámbito administrativo.

Aguas turbias
En el mundo empresarial, el lucro consiste en repartir dividendos, y la ausencia de lucro no quiere decir que no haya beneficios, sino que éstos no se reparten.
El concurso que la APB ha preparado para el CN Ibiza indica que el 15% de sus amarres son para transeúntes. Estamos hablando de unos privilegiados 40 amarres en el corazón de la capital de las Pitiusas que el club podrá alquilar a transeúntes un precio medio diario de 250€ durante los meses de ¿digamos julio y agosto? y que revertirán en las cuentas del club en forma de unos suculentos +600.000€. Este dinero ya cubre cerca del doble del monto anual de la concesión.
No parece pues de recibo alegar que el altruismo de los socios del CNI permite que el club mantenga unas cuotas sociales ‘populares’. Las cuotas podrían ser gratuitas. Las instalaciones de este club ubicado en un privilegiado espacio de titularidad pública están sufragadas por los pobres navegantes transeúntes que no tienen su residencia en Ibiza. No por los socios del club local.
La ACNB, por su parte, capitaliza en los clubes con puerto cualquier fomento de la náutica. Discrepo de esta afirmación, que ningunea la actividad de infinidad de negocios y clubes de playa o en marinas dedicadas a la enseñanza de la vela ligera y de crucero, al alquiler de barcos y –en definitiva- a fomentar la afición a la navegación entre miles de ciudadanos. Los pequeños clubes náuticos playeros son mayoría en nuestras costas y de ellos depende buena parte de la salud de la náutica de base.
La APB tampoco es agua limpia. El CNI lleva más de 10 años con su renovación a precario en unas instalaciones que se caen a trozos. ¿Cómo puede la Autoridad Portuaria permitir este despropósito? Los amarres de transeúntes que comentamos más arriba son una verdadera vergüenza. Los pantalanes están desvencijados y son un peligro para los barcos e incluso para los peatones. Además, quedan en la zona más apestosa del puerto por culpa del -eternamente inacabado- emisario de aguas fecales de Ibiza y las aguas cercanas al CNI están siempre revueltas por el ruidoso trajín incesante de los ferris a Formentera.
Prever que los barcos emigren a Marina Botafoc en caso de mal tiempo me parece la guinda del desaguisado. En paralelo, con una concesión de renovación anual como la que se propone, ni el Club Náutico Ibiza ni una empresa mercantil pueden afrontar la inversión que hace falta para adecentar mínimamente estas instalaciones. Si la APB no quiere comprometerse a largo plazo con el nuevo concesionario, lo suyo es que invierta ella en la renovación de estas instalaciones y luego las alquile.
Por cierto, y viendo que nadie contempla esta consideración, propongo incluir en estos pliego de condiciones a medida para los clubes ‘sin ánimo de lucro’ una limitación del precio de las tarifas para transeúntes, equiparándolas con las que aplica Ports IB en sus puertos. Esto sí que sería un verdadero fomento del turismo náutico.

Por: Enric Roselló