Oceanis 350

Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto
Mar Abierto

El primer Oceanis

Presentado al público en 1985, el Oceanis 350 fue el primer modelo de esta gama, concebida por Bénéteau para la comodidad de la maniobra y de la vida en crucero. El éxito de este planteamiento sigue absolutamente vigente en nuestros días.

Los primeros best-seller entre los veleros de gran serie franceses -estamos hablando de finales de los años sesenta y la década de los setenta- fueron veleros basados en un concepto bastante deportivo. Entre ellos podríamos citar al Arpege de Dufour, al Sangría o el Rush de Jeanneau o al First 30 de Bénéteau. Estos veleros, si bien hoy han quedado obsoletos a nivel de prestaciones, se impusieron en su momento en infinidad de regatas, incluso internacionales. Eran barcos diseñados para ir rápido, para manejarse con tripulación completa y con unos interiores confortables, pero que nunca perdían de vista su objetivo primordial: la navegación. Eran veleros con el concepto crucero/regata en cuerpo y alma.
Pero la creciente popularización de la vela en nuestro país vecino, también alentada por un mercado del charter cada vez más importante, aportó a la plaisance miles de nuevos practicantes que nada querían saber de la competición. Pero estos nuevos aficionados tampoco se conformaban con los pesados y lentos motoveleros que el mercado ofrecía para ellos.
Su meta era la navegación veraniega con tripulación familiar, entendida como una tripulación donde solo una o dos personas eran capacitadas para la maniobra. Necesitaban unos barcos marineros, cómodos de maniobra e interiores y con un diseño de casco que no penalizara –como hacían los cascos derivados del IOR- los excesos de peso embarcados. Los astilleros debían dar respuesta a esta demanda y Bénéteau se adelantó a su competencia creando la gama Oceanis. Y como dice el refrán: “Quien golpea primero, golpea dos veces”.

Un nuevo concepto
El primer Oceanis de Beneteau fue el Oceanis 350. Para el diseño del casco se recurrió a Philippe Briand, uno de los diseñadores más afamados del momento. Briand cumplió a la perfección las pautas de un velero sorprendía por su alto francobordo, su fino y profundo timón suspendido y que presentaba unas formas modernas y relativamente llenas, de manera a garantizar unas prestaciones honrosas sin penalizar mucho el exceso de peso que siempre se embarca navegando de crucero.
Los Océanis se querían cómodos, pero también rápidos. Una superficie vélica de cerca de 60 m2 para un desplazamiento de 4,8 T son cifras más que honestas para un programa de crucero puro. El Oceanios 350 cuenta que un aparejo a tope de mástil, con doble piso de crucetas, baby stay y unos cadenotes muy entrados que favorecen un buen ángulo de ceñida.
Lástima que el calado, limitado a 1,56 m. por el programa de navegación y con una larga quilla trapezoidal y un lastre de sólo 1.800 kilos, no sean la mejor combinación para remontar el viento. La opción de quilla con aletas aliviaba ligeramente este problema.
El Oceanis 350 fue uno de los primeros modelos de gran serie en adoptar las crucetas ligeramente anguladas para evitar el uso de obenquillos o burdas. Los reenvíos de la maniobra de palo a la bañera, que ya tenían sus adeptos por esas fechas, no se incluyeron en el diseño del primer Oceanis y llegaron en posteriores temporadas.
A sabiendas de que el Oceanis 350 no era un velero muy amante de las ventolinas, Briand se preocupó de facilitar la navegación a motor incluyendo una mecánica de serie de 28 CV, bastante más de los 18 Cv habituales en los veleros de 35 pies de la época. El Oceanis 350 lleva también un sólido arbotante integrado al casco, en vez del habitual y fino arbotante metálico expuesto de los veleros más deportivos. Lástima de la escasa capacidad del depósito de combustible, cuyo 80 litros apenas dan para 16/20 horas de autonomía.

El origen de la especie
En su día, la cubierta del Oceanis 350 presentaba novedades que causaron gran admiración, aunque hoy parezcan de lo más normal. Entre ellas comentar el faldón de popa integrado y con escala de baño plegable incluida en el equipo de serie.
El enrollador de génova también se venía con el barco, lo mismo que la rueda del timón, los winches ST o el molinete de anclas. Nunca antes un barco de serie de 10 metros se había entregado tan completo en su acastillaje y equipamiento.
Otro tema donde el Oceanis 350 daba un paso adelante respecto a su competencia era en la ventilación e iluminación interiores. Pensado para la navegación estival, el Oceanis 350 fue de los primeros con portillos practicables en los laterales del techo de la cabina, en vez de los tradicionales paneles fijos de metacrilato que vemos en la mayoría de veleros de los 70 y primeros de los 80. Los portillos practicables se impusieron como solución mayoritaria desde entonces y hasta la crisis de 2006, cuando los paneles fijos volvieron a imponerse . . . por su menor precio.
Para dar claridad a los interiores, el Oceanis 350 también innovó con sus ventanas fijas metacrilato en los laterales del casco, un sistema que perdura bien entrad el siglo XXI. El primer Oceanios también estrenó unos paneles fijos en el techo de la cabina para inundar de luz el salón. El problema de estos paneles (que pronto desaparecieron de la gama Oceanis) es además de luz, el salón se inundaba de sol veraniego . . . . y de agua. La luz y el sol se pueden controlar, pero las entradas de agua por el techo son un problema recurrente de este velero.

Apartamento de verano en el mar
Desde el punto de vista de decoración y distribución, el Oceanis 350 volvía a sorprender. La primera versión adoptó maderas claras (abeto americano) en su carpintería en vez del hasta entonces obligatorio chapado de teca. La cabina conseguía así un volumen visual nunca visto hasta la fecha en un 35 pies.
Los acabados, sencillos y sin más florituras que los perfiles de remate en los paneles y marcos de puertas o taquillas, cumplen perfectamente con su cometido. Vistos con perspectiva, estos acabados se muestran duraderos y fáciles de mantener, dos importantes cualidades.
Pero incluso más que en el estilo o calidad de la carpintería, donde el Oceanis 350 innovó fue en la distribución. Fue uno de los primeros barcos de serie que priorizó la comodidad en puerto sobre la comodidad navegando.
La pequeña mesa de cartas mirando hacia popa o la ausencia de literas de navegante en el salón son hoy la norma, pero en su momento indicaban que algo estaba cambiando en el estilo de navegación de los aficionados.
Sin entrar en juicios de valor sobre lo acertado de esta disposición, sólo comentar que el éxito de ventas de del Oceanis 350 fue inmediato y espectacular, con 751 unidades fabricadas en los siete años que duró su producción (1985 - 1992).
A la vista del éxito, Bénéteau no dudó en presentar al año siguiente (1986) nada menos que tres nuevos Oceanis, los 320, 390 y 430. Esta gama sigue siendo hoy uno de los pilares de ventas más sólidos del astillero.
En lo que respecta al Oceanis 350, tras siete años en el catálogo de la marca fue sustituido por el Oceanis 351, un diseño de Jean Berret que también estuvo largos años en el catálogo de Beneteau gracias al inmediato favor de los aficionados y de las empresas de charter.

Un recuerdo para François Chalain, el padre de los Oceanis
En abril de 2007 fallecía a los 61 años François Chalain. A muchos ni les sonará el nombre de quien fue Director General de Bénéteau durante 30 años y el directo responsable de muchas de las decisiones que situaron a este astillero en el podio de los constructores de barcos de serie.
Chalain tomó la valiente iniciativa, a mediados de los setenta, de apostar por el First 30, el primer crucero/regata de Bénéteau y precursor de esta interminable saga. Chalain también acertó, en 1986, diseñando las líneas maestras e impulsando el entonces novedoso concepto Océanis para el crucero puro, que debutó con el 430 y el 350 que vemos en este reportaje. Este tipo de velero se antoja hoy sobrado de lógica, pero en su momento fue un concepto rompedor.
A mediados de los 90, Chalain fue también quien tuvo la valiente idea de contratar a Philippe Starck como interiorista del First 35s5, poniendo en evidencia su personal debilidad por el estilismo.
François Chalain era un enamorado de la navegación y también de su trabajo. Siempre consideró fundamental esta simbiosis entre el navegante, el diseñador y el industrial y era habitual verlo a la caña de un Bénéteau en la salida de una regata de fin de semana o disfrutando de un crucero en familia en vacaciones. Con su inefable pipa en la mano, siempre explicaba que la inspiración del concepto Oceanis le vino a la mente navegando con la familia de vacaciones por el Caribe con un barco alquilado. También pasaba interminables horas controlando detalles y acabados de cualquiera de las series en producción.
Muy discreto, perfeccionista y siempre a la sombra de Annette Roux (PDG de Beneteau), que lo consideraba como un hermano, Chalain dejó una profunda huella en el mundo de la náutica moderna.
Puede perfectamente decirse que hay un antes y un después de François Chalain en Beneteau.

Precios y oportunidades
En los siete años largos en los que este modelo estuvo en producción se benefició de constantes mejoras. La barra de escota de mayor pasó pronto de la bañera al techo de la cabina, el tono de las maderas interiores se cambió dos o tres veces y el acastillaje de serie también se modernizó con los años, incluyendo en los modelos más recientes el reenvío de la maniobra del palo a la bañera.
Fruto de la excelente acogida del Océanis 350 en el segmento del charter, la versión que más se vendió fue la de tres cabinas, con una habitabilidad en el límite de lo que puede considerarse cómodo para un 10 metros.
La versión dos cabinas del Oceanis 350 gana anchura de litera de popa. También mejora la amplitud de la cabina de baño, que pasa a ubicarse bajo la bañera y dispone de un gran armario para la ropa de aguas a estribor de la escala.
En todo caso, transcurridos tantos años desde la salida del astillero de la última de las 751 unidades fabricadas (1992), la mayor valoración de cualquier Oceanis 350 a la venta no la tendrá la unidad más reciente, sino la mejor cuidada por sus sucesivos armadores.
Velas, electrónica, barnices, motorización, tapicerías, jarcia, acastillaje. Cualquier Océanis 350 a la venta merece una detenida revisión y es susceptible de haber sufrido una y varias renovaciones a fondo, incluyendo las que afecten a una eventual osmosis.
Importante repasar, como en todos los Bénéteau, la ausencia de fisuras y deslaminados en el gran contramolde integral, así como el buen estado y ausencia de podredumbre en los bajos de los mamparos que en él reposan.
Crucial también comprobar que el contramolde no se haya despegado del casco en ninguna zona. Este problema, normalmente originado por un golpe en la quilla, se detecta por la morbidez de asiento del contramolde. Si el contramolde no es perfectamente solidario al casco se compromete mucho la rigidez del conjunto y la solución es más complicada de lo que a simple vista parece.
(por: Enric Roselló, actualizado FEB-14)

Principales características
Modelo: Oceanis 350
Constructor: Bénéteau
Diseñador: Philippe Briand
Material de construcción: Fibra de vidrio
Años de construcción: 1985 - 1992
Unidades fabricadas: 751
Precio en 1989: 499.000,- FF
Eslora total: 10,30 m.
Eslora de casco: 10,10 m.
Eslora de flotación: 9,13 m.
Manga máx.: 3,43 m.
Calado: 1,56 m.
Desplazamiento: 4.800 kg.
Peso quilla: 1.800 kg.
Literas: 6/8
Superficie mayor: 21,5 m2
Superficie génova: 37,6 m2
Capacidad agua dulce: 300 l.
Capacidad gasoil: 80 l.
Motor: Yanmar o Volvo de 28 CV