Oceanis 321
Un valor seguro
Diseñado por el grupo Finot y presentado a primeros de los años noventa, el Oceanis 321 es un barco que estuvo una buena década en el catálogo de Beneteau. Su acertada combinación de volumen interior, calidad de navegación y de acabados siguen hoy vigentes y cuestan de superar en su eslora. Este exitoso modelo terminó su carrera a primeros de este siglo bajo el nombre de Oceanis 321 Clipper.
En el momento de su aparición y como es habitual en todas las novedades de Benétéau, el Oceanis 321 tenía como misión superar el éxito de su predecesor. La tarea se presentaba difícil, pues el modelo a batir era el Oceanis 320, un diseño de Philippe Briand nacido con la primera generación de Oceanis y del que se llegaron a vender 359 unidades en los siete años que duró su producción (1987-1993).
Comparando las características generales de ambos modelos, el gran salto cualitativo se produjo en una ganancia de volumen, que permitía alojar dos cabinas dobles en popa, algo inédito en su momento en un barco de menos de 10 metros de eslora. Para conseguirlo, el gabinete de Jean Marie Finot 'engordó' el casco del nuevo 32 pies hasta llegar a 9,74 m. de eslora (antes 9,25) y 3,42 m. de manga (antes 3,26).
Finot siempre ha sido un maestro, casi un visionario, en el diseño de barcos. Fue un precursor en la ingeniería de los contramoldes, un sistema de construcción que consiguió abaratar precios y democratizar la náutica. Fue también pionero en el diseño de popas redondas y mangudas, en la utilización de bulbos en la quilla para mejorar las prestaciones sin ganar peso. También es notable su aportación en temas de ergonomía. Fue el primer arquitecto en proponer bancos inclinados en la bañera, mucho más cómodos que los antiguos a 90 grados, o en reenviar la maniobra del palo a la bañera. En el OC-321 hay otros toques singulares de su ingenio, como la ventana a proa del salón con visión hacia proa, los altos y cómodos bancos de la bañera o el ingenioso paso desde la bañera al faldón de popa desencajando el asiento central del timonel. Muchas aportaciones de Finot se han convertido con el tiempo en norma ‘obligada’ en el diseño y la ergonomía de veleros.
Moderno en todos sus frentes
Buscando que el nuevo modelo no se disparara de precio respecto a su antecesor, tema siempre delicado en las esloras medias, Benétéau tuvo que hacer algunas concesiones, la mayoría de ellas en el sistema de acabados interiores. Si en el antiguo Oceanis 320 los interiores eran ciertamente lujosos para un barco de serie de 9 metros, con chapados de teca omnipresentes en todos los rincones, el Oceanis 321 llegaba con una apariencia un tanto más fría.
Los bancos de la bañera, la escala de entrada, el techo interior de la cabina o los bajos de los bancos del salón dejaban ver el blanco del gelcoat. El lujo y la apariencia perdían puntos con el nuevo modelo, pero en el lado positivo y visto como una cualidad que gana enteros con el paso de los años, la facilidad de mantenimiento del gelcoat es muy superior a la de la madera.
Prestaciones con el sello Finot
En lo que respecta a las prestaciones, el Oceanis 321 lleva con dignidad la firma del gabinete Finot. Un desplazamiento de apenas 4,4 toneladas y una superficie vélica de 58 m2 son cifras que permiten moverse con cierta alegría incluso con cifras de un dígito en el anemómetro. Este velero siempre ha sido reputado como capaz de mantener unas medias de velocidad muy honrosas en cualquier condición.
El calado, limitado a 1,30 m. gracias a la adopción de una quilla con bulbo, no penaliza la dureza de escora gracias y permite acercarse bastante a la costa, si bien los amantes de las finuras de remontar el viento siempre hubieran agradecido una opción con un palmo más de calado. Con vientos portantes, la importante eslora de flotación y unas líneas de carena muy limpias hacen del OC-321 un tragamillas ejemplar en su eslora.
Los propietarios del OC-321 siempre comentaban que para no perder garra navegando a vela, lo más importante era no cargar el barco demasiado, algo que parece contradictorio en un velero capaz de alojar hasta ocho personas en vacaciones. Con mucho peso, las formas planas del casco tienden a arrastrar demasiada agua, comprometiendo las prestaciones y el paso por la ola.
Al final de su carrera, el Oceanis 321 se comercializó en su versión Clipper, que retocaba algunos detalles de acabado y de diseño de cubierta.
Una capacidad interior sorprendente
Es curioso que la mayor cualidad del Oceanis 321 -su importante volumen interior- fuera en paralelo uno de sus defectos más criticados. El éxito de alojar tres cabinas dobles en el interior pagaba un precio demasiado alto en el reparto de espacio en otras partes del barco. Las tres cabinas hacían que el baño, la zona del navegante, el salón, los armarios personales o la cocina no tuvieran un tamaño acorde con la eslora de este velero.
El barco se ofrecía en todo caso en versión dos cabinas, ganando una enorme litera doble en popa orientada al través de la crujía. En esa versión, la cocina ganaba una agradecida superficie de trabajo y pasaba de una distribución en “L” a una en “U” mucho más conveniente, aunque el tamaño y distribución del resto de las estancias se mantenía invariable.
Hacia 2003 y tras un notable éxito de ventas, el Oceanis 321 Clipper dejó paso al Oceanis 311. El nuevo modelo, también diseñado por Finot aprovechando el rápido casco del Figaro Solo, recuperaba una distribución clásica de cabina doble y el baño bajo la bañera, un planteamiento de interiores que quizás resulta el más razonable por debajo de los 10 metros de eslora.
Precios y oportunidades
Una ventaja de comprar un velero de Benétéau o de otro astillero de gran producción es la facilidad para escoger en el mercado de ocasión entre unidades en una amplia gama de precios, opciones y niveles de mantenimiento y puesta al día general.
En este sentido, el Oceanis 321 es un valor seguro y el comprador podrá optar por unidades separadas por casi una década en edad. Los amantes de las prestaciones mejor que se decanten por unidades con la vela mayor tradicional. El barco se proponía en su día con mayor enrollable, una opción ciertamente cómoda, pero que en el OC321 compromete bastante las prestaciones.
En los interiores, la gran diferencia (al margen del distinto mantenimiento que tendrá cada unidad) es la opción de 2 o 3 camarotes. Todas las unidades destinadas en primera instancia al chárter –actividad en la que este modelo tuvo muy buena aceptación- tendrán 3 cabinas en su interior. Encontrar un OC 321 con 2 cabinas no es la norma.
La enorme capacidad de alojamiento, la facilidad de maniobra, las buenas prestaciones en todos los rumbos y la seriedad de fabricación de Beneteau hacen del Oceanis 321 un velero muy interesante para las familias numerosas en busca de un crucero familiar moderno y de contenido presupuesto. (por: Enric Roselló)
Principales características
Modelo: Oceanis 321
Constructor: Benétéau
Diseñador: Jean Marie Finot & Pascal Conq
Eslora total: 9,95 m.
Eslora de casco: 9,74 m.
Eslora de flotación: 8,95 m.
Manga: 3,42 m.
Calado: 1,30 m.
Desplazamiento: 4.400 kg.
Quilla: 1.385 kg.
Mayor: 23 m2
Génova enrrollable: 35 m2
Espinaquer: 77 m2
Literas: 8 (tres dobles, dos individuales)
Altura de techo en entrada: 1,90 m.
Gasoil: 70 l.
Agua dulce: 190 l.
Motorización estándar: Yanmar o Volvo de 18 o 28 CV
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