Furia 25

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Doble paternidad

El Furia 25 fue originalmente un diseño de Ed Dubois. Decimos originalmente porque al poco de su presentación y tras introducir el astillero unos pequeños cambios de distribución interior, el modelo se rebautizó como Furia 26 y se asignó su paternidad al tandem Joubert - Nivelt.

Presentado en 1981, el Furia 25 fue el primer pasaporte a la vela de crucero que tuvieron en su día numerosos aficionados. Sus cualidades de navegación y su interesante habitabilidad siguen siendo sus puntos fuertes.
Las andaduras del astillero Furia (Dressport) empezaron a mediados de la década de los 70 con los Furia 28 y 33. tras estos dos barcos de notable éxito, el siguiente modelo en la gama ya fue el Furia 25, destinado a hacerse un hueco entre los aficionados en busca de su primer barco. Y pronto vendrían también los Furia 32, 37, 1000 y 44, para los clientes en busca de modelos de mayor eslora.
Los Furia fueron -y siguen siendo en buena medida- unos barcos de gran aceptación. No hay duda de que marcaron un hito en la industria nacional durante la década de los ochenta, si bien la entrada de España en la Comunidad Europea a mediados de esta década supuso un duro golpe para el astillero, con una estructura insuficiente para competir o desmarcarse de los grandes constructores franceses. A primeros de los años 90, Dresport cerró sus puertas para no volver a abrirlas.

Un diseño contemporáneo
Dejando a un lado la curiosa doble paternidad de este diseño, decir que la carena del Furia 25/26 presenta unas formas bastante actuales para la época, con una popa amplia y redondeada, una manga considerable y unos apéndices de moderna factura. La quilla trapezoidal y ligeramente elíptica en su borde de ataque posterior, así como el timón suspendido y con su parte superior sobresaliendo del agua con el barco parado son inequívocos recuerdos de los crucero/regata de la era IOR.
En un primer momento, el barco se presentó incluso como una Clase Monotipo. Sin ser un barco extremo,38 m2 de superficie vélica para menos de 2 T de desplazamiento son una combinación que permite alegrar la estela incluso con ventolinas, mientras los 865 kg. de hierro en la quilla (1,52 m. de calado)aseguran una notable dureza a la escora.
A nivel de prestaciones, el Furia 25 siempre ha tenido fama de ser muy polivalente, defendiéndose correctamente tanto en ceñida como en vientos portantes. Lástima que los imperativos de la fórmula IOR limitaran su eslora de flotación a 6,40 m., capando el potencial de planeo de este casco. Los modernos cascos de esta eslora superan esta cifra en un buen metro, que es mucho.
El casco del Furia 25 está construido en laminados monolítico de fibra de vidrio, con refuerzos estratificados de PVC en la cubierta e injertos de aluminio en las zonas de anclaje de la maniobra. Muy pocos reproches pueden hacerse al respecto y ésta es una cualidad que toma sus cartas de valor con el paso de los años.
El barco se servía con winches talla 24 para las escotas de génova y talla 8 para las drizas. Algunas unidades montaban winches de la marca Lewmar y en otras se instalaron los raros -por inusuales- winches de la marca española Seawind, fabricante que dejó la náutica (siguen en activo en el sector del metal) prácticamente al tiempo que los astilleros Furia.
Sea cual sea la marca de winches montada en su día, tanto estos elementos, como los agresivos mordedores o los camcleats plásticos originales habrán tenido que dejar paso con el tiempo a un acastillaje más moderno. En caso contrario es un importe que se ha de descontar en la valoración del barco.
Dentro de lo que cabe, el grueso de la disposición de maniobra del Furia 25 es moderna y, al margen de la actualización de sus elementos, no hacen falta muchos cambios. Uno de ellos concierne al molinete de anclas, un accesorio muy raro en los años 80 por debajo de los 35 pies de eslora. Quien quiera montarlo en un Furia 25 deberá hacer trabajos de “ingeniería” en el cofre de anclas o en su tapa.

Interiores a la carta
La distribución original del Furia 25/26 es realmente voluntariosa para su eslora y se logró sin aumentar demasiado los francobordos ni las estructuras de la cabina. En proa hay un camarote independiente, con una pequeña cabina de baño en la zona intermedia y un salón de buenas dimensiones y altura de techo en la zona de mayor manga del barco. Con esta distribución, cinco personas pueden dormir a bordo e incluso hacer cruceros de cierta envergadura.
Es evidente que la capacidad de estiba o la intimidad de cinco personas viviendo en un barco de 25 pies no será absoluta, pero se puede afirmar que el Furia 25 ofrece unas condiciones de habitabilidad superiores a la mayoría de sus coetáneos. Si añadimos una calidad de ebanistería también por encima de la media y un equipamiento de serie muy completo en todo tipo de accesorios y maniobra, podemos decir que el Furia 25 es un barco de crucero realmente logrado.
Esta ambición de barco grande del Furia 25 tiene su lógica contrapartida en pequeños detalles de habitabilidad, como una capacidad de estiba limitada o la excesiva complejidad para adaptar el salón a los distintos usos para los que estaba previsto (navegación, comidas y noche). La mesa abatible, si bien despeja notablemente la estancia, resulta muy engorrosa de montar y desmontar y otro tanto puede decirse del tablón deslizante que convierte el banco de babor en litera doble.
En cubierta, el Furia 25 presenta una estética "a la francesa", con una cabina en suave pendiente hacia proa y unos paneles fijos de metacrilato ahumado en los laterales. Estos paneles, que estarán al límite de su vida útil -si no han sido sustituidos- en cualquiera de las unidades de ocasión, son una sencilla y atractiva manera de iluminar los interiores del barco, pero se convierten en una limitación a la ventilación interior y pueden ser una molesta fuente de entradas de agua en caso de que sus juntas no estén en buen estado.
Al no haber litera del navegante o cabina de baño junto a la entrada, el Furia 25 libera un enorme espacio aprovechado en forma de dos grandes cofres bajo los bancos de la bañera. Esta cualidad, prácticamente en desuso en barcos más modernos, permite guardar el anexo, las velas y un montón de pertrechos en la bañera, lo que siempre es de agradecer. En el lado negativo, la ausencia de faldón de popa, omnipresente desde hace años en barcos de cualquier eslora, pone de relieve la edad de este diseño.
El Furia 25 también se proponía con una moderna distribución con la cabina de baño y un camarote doble bajo la bañera, emulando las producciones francesas de la época en esta eslora. La propuesta era ambiciosa, con el buen camarote doble independiente, una cabina de baño muy amplia para un 25 peis, la mesa de cartas a una banda y una pequeña cocina en el otro lado de la escala de entrada. El problema era que, manteniendo la litera doble tipo bretón en proa, el salón quedaba reducido a la mínima expresión. La eslora del barco no daba para más. Todo y así, hay varias unidades en el agua que optaron por esta distribución.
El Furia 25 se proponía con un aparejo a tope de palo con un piso de crucetas transversales. La superficie vélica del barco es bastante generosa, con 38,5 m2 de vela en ceñida para un desplazamiento de apenas dos toneladas. En lo que respecta a la maniobra, su disposición es correcta, pero muchos de sus componentes han quedado -con toda lógica- anticuados, como los winches, mordedores o escoteros. El barco se entregaba originalmente con dos pares de winches (génova y drizas). Los winches de espi, en la lista de opciones, parecen superfluos en un barco de esta eslora.
Decir finalmente que la motorización más habitual en este barco era el Solé Diesel de 13 CV (9 CV en opción), una mecánica de probada fiabilidad que sigue instalada en la mayoría de unidades que hemos visto a la venta. Los 42 litros del depósito de gasoil (en acero inoxidable) permiten una autonomía rondando las 200 millas. A nivel de intervenciones, el acceso del motor puede hacerse desde su frontal o desde los cofres de la bañera. Sin ser ejemplar, la facilidad de acceso a la mecánica puede considerarse correcta.

Precios y oportunidades
En los aproximadamente diez años en los que el Furia 25 estuvo en producción, se construyeron una treintena de unidades de este modelo. La mayor parte de ellas quedaron en el mercado nacional y no es raro que vayan goteando regularmente en el mercado de ocasión. La apelación de este modelo como Furia 25 o Furia 26 es puramente semántica y también existen unas -muy- pocas unidades entregadas en kit con el apelativo de Furia 800, como también son escasas, las unidades entragadas con el camarote de popa bajo la bañera.
En líneas generales, el Furia 25 es un barco que aguanta bien el paso del tiempo. Su calidad de fabricación y el buen nivel de su carpintería siguen dando garantía y satisfacción a sus usuarios. Otro tanto puede decirse de sus cualidades de navegación, que no desmerecen frente a modelos mucho más recientes y ofrecen este plus de seguridad que busca todo propietario de un barco de esta eslora.
En el lado negativo, los achaques del Furia 25 serán los propios de un barco de su edad, como el motor, la jarcia o la protección contra la osmosis. En un barco tan lujosamente acabado como el Furia 25/26, el estado de los barnices interiores también es importante, pues sanear y barnizar todas las maderas interiores supone una buena inversión en tiempo. En el caso concreto del Furia 25, otros puntos a revisar son el estado y correcta estanqueidad de los metacrilatos laterales o la puesta al día de la maniobra de cubierta original.
Todo y así y al contrario que en barcos de más eslora, poner al día equipamientos o instalaciones de agua y luz de un Furia 25 es un trabajo al alcance de un bricolajero de fin de semana, por cuanto se puede optar sin mucho temor por unidades poco actualizadas en su mantenimiento, en el convencimiento de que la inversión a realizar -en tiempo y dinero- irá a parar a un barco que la merece.

Principales características
Modelo: Furia 25/26
Constructor: Dresport
Diseñador: Ed Dubois / Joubert-Nivelt
Material de construcción: Fibra de vidrio con sandwich en PVC
Año de presentación: 1980
Unidades fabricadas: alrededor de 30
Precio base en 1982: 2.000.000,- ptas.
Eslora total: 8,08 m.
Eslora de casco: 7,62 m.
Eslora de flotación: 6,40 m.
Manga: 2,90 m.
Calado: 1,52 m.
Desplazamiento: 1.975 kg.
Lastre: 865 kg.
Literas dobles: 2
Literas individuales: 1
Capacidad agua dulce: 105 l.
Capacidad gasoil: 45 l.
Motorización: 6, 9 o 12 CV (Solé Diesel)
Superficie vélica: 38,5 m2
Documentación técnica: BRICOMAR

Catálogo original en PDF adjunto