Dufour 35 Classic
Puro clasicismo
Desde el diseño del casco a los acabados interiores, todo en el Dufour 35 Classic respira una estética conservadora. Este aire “bon enfant” no quita al barco ninguna de sus cualidades marineras ni de confort en la vida a bordo.
Cuando el Dufour 35 Classic salió al mercado, allá por 1995, muchos de los incondicionales del astillero del drakar consideraron casi una afrenta que el nuevo barco usurpara la mítica denominación de Dufour 35.
Recordemos que el primer Dufour 35, diseño del recordado Michel Dufour en la década de los setenta, es uno de esos barcos que han dejado huella en la historia de la náutica de recreo. Durante años estuvo considerado entre los pocos veleros de serie dignos de un navegante de altura y su cifra de producción, rondando las 400 unidades, demuestra el grado de aceptación que tuvo este modelo, un éxito de ventas de especial mérito en una época en la que un velero de 11 metros era prácticamente un megayate.
Cuando veinticinco años después los responsables de Dufour decidieron que el 35 Classic retomaría esta numeración, fue una decisión premeditada. Los directivos del astillero argumentaron su confianza en que el nuevo 35 Classic representaba la puesta al día de los valores que en su día forjaron la leyenda de su predecesor.
Los valores del clasicismo
El Dufour 35 Classic es un diseño del gabinete J & J con casco de formas relativamente modernas. La carena tiene una “U” bastante marcada en el tercio de proa y las formas se van aplanando hacia la popa. La quilla, con bulbo tipo suela, y el fino timón suspendido completan un diseño que siempre ha dado muchas satisfacciones a sus propietarios.
El barco está todavía construido con sus mamparos y varengas principales laminados al casco. Los contramoldes utilizados –algunos de los cuales asoman tras el mobiliario- conciernen al amueblamiento del salón y los baños, sin ser esenciales en la rigidez del conjunto ni gravando la báscula de forma excesiva.
El 35 Classic no destaca especialmente en ningún rumbo ni intensidad de viento, pero se desenvuelve honrosamente en todas las condiciones que pueda encontrar por su proa.
El aparejo es prácticamente a tope de palo, sin burdas y con dos pisos de crucetas ligeramente anguladas. El barco soporta hasta 62 m2 de vela en ceñida para un desplazamiento de 4.500 kilos. Es una proporción bastante juiciosa para el programa de crucero rápido de este modelo.
La llegada del 35 Classic y de otros Dufour de las gamas Classic, Trophy y Prestige en varias esloras fue la carta de presentación de Dufour en la reflotación financiera del astillero después de varios años de complicados avatares empresariales.
Michel Dufour, recordado fundador de esta marca, tuvo que dejar las riendas del negocio a finales de los ochenta acuciado por las deudas del astillero. Tras unos años de incertidumbres, un consorcio industrial francés liderado por Olivier Poncin se hizo cargo de Dufour a primeros de los noventa.
Uno de los temas que peor solucionaron los nuevos propietarios (que fácil es analizar los problemas a posteriori) fue la enorme dispersión de modelos y gamas de su catálogo. Ninguno de los modelos a la venta –a pesar de sus cualidades y de su buen nivel de aceptación- tenía suficiente tirada para rentabilizar unas cadenas de producción que, además, pedían a gritos unas costosas modernizaciones en los procesos de fabricación.
A primeros de este siglo la situación financiera se hizo insostenible, recomendando la inyección de nuevo capital en el accionariado. En principio parecía que Benétéau se iba a hacer con la mayoría de Dufour, pero sorprendentemente fue el astillero italiano Cantiere del Pardo quien tomó finalmente la participación mayoritaria y el control.
Del Pardo renovó por completo el catálogo de la marca con unos modelos que tuvieron una magnífica aceptación, pero la crisis le sorprendió antes de haber capitalizado la inversión realizada en Dufour, mayormente mediante unos créditos bancarios. El testigo de Del Pardo lo tomó en 2011 la empresa norteamericana de inversiones Oaktree Capital Management. La operación se hizo a través de Bavaria Yachts, astillero a su vez en la órbita de esta empresa financiera desde 2009.
Aplicado en todo
En términos generales, la mayor virtud del Dufour 35 Classic es su homogeneidad. Es un barco de líneas externas bonitas e intemporales, con una carena que navega rápido en cualquier circunstancia y unos interiores acabados con gran detalle y muy bien pensados para la vida a bordo.
En el lado opuesto, la homogeneidad del barco se convierte en su principal enemigo. Ni la estética, ni las prestaciones, ni la capacidad interior destacan al 35 Classic de sus directos competidores. Estamos ante un barco de unas cualidades innegables, pero quizás exento de carácter. Es un barco de apariencia anodina, sin un diferencial que lo demarque de sus rivales.
En cubierta, el Dufour 35 venía de fábrica con un acastillaje bien dimensionado y con herrajes de reconocido prestigio (mayormente Lewmar). En su momento, el mayor reproche que la prensa especializada hizo a la disposición de la maniobra fue la ubicación de los winches de génova, muy retrasados y pensados para ser accionados por el timonel. Viendo lo atrás que han ido a parar estos winches en los barcos de serie del siglo XXI, la ubicación del 35 Classic casi parece de aplauso.
La barra de escota de mayor sobre la cabina, muy adelantada por culpa de la excelente amplitud del tambucho, también fue criticada en su momento por esta ubicación. Decir en su favor que su tamaño es correcto y que, al menos, . . . está ahí. En la versión Performance del 35 Clasic, la barra se sitúa en la bañera.
En su versión de quilla larga (opciones 1,40 y 1,80 m.), el Dufour 35 siempre ha destacado por su eficacia en ceñida con vientos duros, manteniendo una excelente relación ángulo/velocidad contra el viento.
La rueda del timón, que ya venía con un moderno y preciso sistema de bielas, no es muy grande. En este caso, el espacio lateral que libera la rueda para poder desplazarse hacia popa sin tener que auparse por los bancos, se hace compatible con la facilidad para gobernar el barco sentado en las bandas.
Interiores de lujo
El Dufour 35 ya tiene un tamaño donde la opción entre dos o tres cabinas empieza a ser razonable y no compromete la capacidad de estiba ni el tamaño de las áreas comunes de vida a bordo.
Como es habitual en esta eslora, el dilema alojando dos camarotes bajo la bañera es buscarle sitio a la cabina de baño. El 35 Classic versión 3 cabinas encontró la solución ocupando el espacio a la derecha de la entrada originalmente asignado a la mesa de cartas. Con esta distribución, la mesa de cartas es más pequeña y queda mirando a popa, compartiendo banco con el salón.
El armador del barco que mostramos en estas fotos optó por una tercera versión que en principio no constaba en el catálogo. En esta singular distribución, el baño es de menores dimensiones y queda contiguo al camarote de proa. De esta manera se consigue mantener el buen tamaño y distribución del salón/mesa de cartas de la versión de dos cabinas, pero añadiendo la tercera cabina en popa.
Pocos reproches se pueden hacer a la cocina en "L" del 35 Classic. Dispone de horno, doble fregadero, buenos espacios para la estiba y una correcta nevera con apertura superior.
El tamaño y los acabados de carpintería de la zona del navegante son ejemplares para un barco de esta eslora. La mesa permite desplegar cartas de papel de gran formato, leer el periódico completamente abierto o trabajar conjuntamente con el ordenador, el iPad y el bloc de notas. A gusto del patrón.
A nivel de acabados de carpintería, decir que el Dufour 35 Classic heredaba la lujosa decoración de la gama Prestige del astillero. Todos los comentarios son positivos en este aspecto. Sólo hay que dar un vistazo a la factura de las taquillas, hechas con marco, contramarco, forro interior, sólidas bisagras, . . . El nivel de detalle de la carpintería es muy alto, una añorada cualidad en los barcos de gran serie que puede volverse inconveniente en el caso de que se haya descuidado el mantenimiento de las maderas y sea necesario actualizar el barnizado. En ese caso habrá un buen curro por delante.
Otro detalle de acabado del 35 Classic que puede presentar problemas a medio plazo son las moquetas en algunas zonas del suelo. Por poco que se hayan mojado o hayan cogido humedad con el tiempo estarán lastimosamente deterioradas.
En todo caso, detalles como los bancos del salón convertibles en litera doble (¡como en los viejos tiempos!), los altos rebosaderos en las encimeras y la mesa o la cincha para el cocinero avalan el buen sentido marinero en la decoración de este barco.
Precios y oportunidades
La antepenúltima reflotación de Dufour, a primeros de los años noventa, coincidió con el nombramiento un nuevo distribuidor en España y son varias son las unidades del Dufour 35 Classic que llegaron a nuestro país en los casi diez años en los que este modelo estuvo en el catálogo de la marca.
Algunas de ellas se quedaron en manos privadas y otras fueron al mercado del charter. Pasados los años, este comentario es irrelevante y cualquier 35 Classic a la venta puede ser una “perita en dulce” en el mercado de ocasión o una inagotable fuente de problemas para su nuevo propietario por causa de un mantenimiento defectuoso a lo largo de los años.
Los diez a quince años de edad que tendrán los Dufour 35 Classic a la venta son una delicada frontera en la vida útil de elementos como la electrónica, las velas, el acastillaje y buena parte de cabullería. Sin olvidar que a estas edades, en los barcos empiezan a aparecer las primeras arrugas en la apariencia del mobiliario o el buen funcionamiento de los sistemas eléctrico y de agua.
El buen equilibrio de estos parámetros son los que han de acabar de ajustar el precio de cada unidad. La recompensa es un barco moderno, cómodo en sus interiores y de muy buen navegar. (por: Enric Roselló, ABR-13)
Principales características
Modelo: Dufour 35 Classic
Astillero Dufour S.A.
Diseñador: J & J
Año de presentación: 1995
Precio franco fábrica en 1995: 517.000,- FF (77.700,- €)
Eslora total: 10,70 m.
Eslora de casco. 10,45 m.
Eslora de flotación: 8,50 m.
Manga: 3,48 m.
Calado: 1,80 / 1,45 m.
Desplazamiento: 4.500 kg.
Quilla: 1.500 kg.
Superficie vélica: 62 m2
Capacidad agua: 250 / 400 l.
Capacidad gasoil: 130 l.
Cabinas: 2/3
Motorización: Volvo 19/28 CV
Documentación técnica: BRICOMAR
- Inicie la sesión o regístrese en Mar Abierto para leer el artículo completo o enviar comentarios