Contessa 35
Un Fast Cruiser diseño Doug Peterson
Sirva esta rememoración del Contessa 35 como modesto homenaje al recientemente fallecido diseñador norteamericano Doug Peterson (1945 – 2017). Presentado al público como prototipo en 1974, el Contessa 35 forma parte de una legendaria familia de rápidos cruceros diseñados por Doug Peterson y fabricados en Inglaterra en los astilleros de Jeremy Rogers.
El aprecio que los aficionados británicos sienten por los Contessa es enorme. Jeremy Rogers, su constructor, incluso recompró los moldes del Contessa 32 a mediados de los 90 –tras una crisis que le hizo cerrar el astillero a primeros de los 80- para volver a fabricarlo y sumar unidades a los más de 800 fabricados en su día. El Contessa 32, con apenas unos retoques de maniobra e interiores, seguía plenamente actual y dando satisfacción a sus propietarios, tanto en crucero como en regata, donde todavía le vemos en 2017 competir como Clase en la mayoría de las clásicas citas inglesas, formando siempre un numeroso grupo.
El Contessa 35 que presentamos, antecesor de su hermano pequeño de 32 pies, llegó a España en 1975 con el nombre de ‘Odysseus’ para participar en la One Ton Cup IOR que ese año se disputaba en Nápoles. Luis García Meca fue su primer propietario. El barco estuvo años después en manos de la familia Soldevila, quienes lo rebautizaron como ‘Cava’ y 'Brut Nature'. En todos estos años, este Contessa 35 ganó varios Trofeos Zegna, Conde de Godó, Interclubs de Barcelona, Trofeo SSM, La Ruta de la Sal y muchas otras que se han perdido en la trastienda de la memoria. El ‘Cava’ se impuso en su Clase de la edición 2000 de Les Voiles de Saint Tropez, que reúne cada año a más de 200 veleros. Para ganar la regata, tuvo que dejar atrás –entre otros- a un X-332 y un Swan 42, mucho más modernos, que quedaron 2º y 3º.
Un diseñador de leyenda
Doug Peterson, diseñador de casi toda la gama de los Contessa, es un arquitecto que nunca se ha prodigado en barcos de gran serie. Sin embargo, su prestigio en el mundo de la náutica de competición es muy grande. Los diseños de Peterson ganaron –a menudo varias veces- todas y cada una de las categorías IOR, la Sardinia Cup, la Admirals, la Sídney-Hobart, el SORC o las Big Boat Series, al margen de dos Copa América (América³ 92’, TNZ 96’) y varios proyectos para Challengers y Defenders. Trabajó también en proyectos de crucero puro para los mejores astilleros, incluidas algunos diseños puntuales para constructores europeos (Baltic, Jeanneau, Grand Soleil, . . ).
Peterson tuvo como clientes a los mejores armadores y cañas de las últimas décadas, con nombres –entre otros- como Lowell North, Dennis Conner, Tom Blackaller, Ted Turner, Alan Bond, Syd Fischer, Buddy Melges o el Aga Khan. Y de su gabinete salieron jóvenes talentos que luego hicieron carrera de forma independiente, como Jim Pugh, Bill Tripp o John Reichel.
Desde su primer ‘Ganbare’ de 1973, los diseños de Peterson siempre han sido barcos ganadores y su firma es una de las más acreditadas en los campos de regatas de todo el mundo y también uno de los mejores pedigrís que puede tener un velero de crucero puro.
Como era costumbre en las décadas pasadas, el Contessa 35 partía de los moldes de un barco ganador, en este caso el ‘Gunboots’, que se impuso en la One Ton Cup IOR de 1973. A partir de este diseño, el astillero de Jeremy Rogers construyó primero una pequeña serie de one-off de competición pura, hasta presentar en el Salón de Londres de 1975 la versión Cruiser/Racer de este modelo, que es la que vemos en las fotos de este artículo.
Las diferencias entre ambas versiones concernían a la acomodación interior, evidentemente más confortable en la versión CR y al diseño de bañera, también más clásica y con bancos laterales en la versión de crucero. Por lo demás, sólo el desplazamiento diferenciaba ambas versiones, pasando de los 6.150 kilos del Competition a los 6.800 kilos del Cruiser/Racer.
Ambas versiones del Contessa 35 están construidas de forma tradicional, con sólidos laminados de fibra de vidrio en el casco, mamparos y todos los refuerzos del casco laminados luego a la carena y la cubierta laminada en sandwich de madera de balsa.
En el momento de su construcción todavía no existían las actuales sofisticaciones de fibras y laminados en composites. La fina quilla, de sección trapezoidal y con un calado de 1,90 metros, es de plomo, sustentando la fogonadura del palo en su parte superior.
A pesar de ser un barco pensado para combinar el crucero con las regatas, la versión CR del Contessa 35 ofrece un nivel de calidad y detalle en la carpintería de su acomodación interior que ya querrían para sí muchos barcos actuales de alta gama diseñados para el crucero puro. Las molduras macizas, los chapados de calidad, el ajuste de las puertas y los cajones o los fondos de los cofres ofrecen un aspecto envidiable tras décadas de navegación.
Una constante puesta al día
El Contessa 35 que vemos en este artículo ha estado cuidado con mimo a lo largo de los años. Poco antes de hacer las fotos se había re-barnizado todo su interior, también se modernizó la maniobra (winches self tailing, reenvíos de drizas sobre la cabina, etc.) y se añadieron detalles de comodidad para la vida en crucero (tapicerías, espumas, toma 220 v., nevera eléctrica, etc.).
Años antes se tuvo que cambiar el palo, sustituyéndolo por otro de iguales dimensiones pero con tres crucetas en vez de dos. Poco después le tocó el turno al timón. El cuerpo de la pala, de madera maciza, había dejado entrar el agua en su interior. Tras sacar un molde con la forma de la pala, se eliminó la madera podrida, sustituyéndola por unas capas de fibra en el exterior, unos sólidos refuerzos interiores y un relleno de espuma rígida. En la operación se conservó la mecha de acero inoxidable original, que permanecía en perfecto estado. El barco también recibió un tratamiento curativo de la osmosis, normal tras el tiempo transcurrido.
Más adelante le tocó el turno al motor, originalmente un Ford de 25 CV, que rindió el alma tras un cuarto de siglo empujando el barco y fue sustituido por un flamante Solé Diesel de 34 HP.
Todas estas modificaciones y actualizaciones se han hecho respetando la estructura original del barco, que se mantiene en perfecto estado y garantiza que las inversiones efectuadas no caen en un saco roto.
Es importante detallar esta larga lista de mejoras y actualizaciones, inevitables en barcos con décadas por su popa. Hacerse con un barco de cierta edad tiene una ventaja inmediata en el precio de compra, pero este apetecible ‘anzuelo’ nunca ha de hacer olvidar a los futuros compradores que el mantenimiento de un velero en su tercera edad es constante y más costoso que en unidades más recientes. Analizar y valorar la lista de actualizaciones ya hechas y/o pendientes de realizar es fundamental para valorar la oportunidad de una compra.
Un crucero en toda regla
Pensando en la vida en crucero, el Contessa 35 dispone de una acomodación clásica en su día para esta eslora, aunque su volumen nada tenga que ver con el que ofrece hoy un moderno crucero de 11 metros. El salón central, con la cocina y la mesa de cartas flanqueando la entrada resultan de lo más agradable, con una altura de techo más suficiente (1,85 m.). Lo mismo puede decirse de la litera "del navegante", una simpática acomodación que ha desaparecido de los modernos barcos de serie.
También se nota la falta de volumen es en la cabina de baño, situada entre el salón y el camarote de proa. Esta última estancia sirve alternativamente como pañol o como residencia de los invitados ocasionales.
Como puede deducirse, el encanto del Contessa 35 no es su gran capacidad de acomodación interior. Sus virtudes se ponen de manifiesto navegando, donde el barco puede mantener en jaque, e incluso superar, a producciones mucho más recientes. Su capacidad de remontar el viento y su dureza a la escora por poco que el viento se anime son legendarias y sólo en las popas baja ligeramente la guardia frente a los regata/crucero modernos, más ligeros y de fondos mucho más planos.
Precios y oportunidades
Es complicado hablar de precios de ocasión en barcos tan veteranos como el Contessa 35. En su día se construyeron unas cincuenta unidades, la mayoría de ellas navegando en aguas británicas y con estados de conservación de lo más dispar desde su botadura en los años setenta.
En este tipo de barcos, de eslora y de programa de navegación, es recomendable asesorarse por un experto antes de comprar. Una decisión precipitada incentivada por un precio tentador puede salir muy cara a corto plazo. Son unidades que pueden haber navegado durante mucho tiempo en regata y al límite de sus posibilidades y los trabajos de reconstrucción pueden ser caros y complejos en caso de problemas estructurales.
Decir también que la reputación de Jeremy Rogers como constructor es una garantía de calidad de cualquier barco que haya salido de su astillero. En comparación con barcos del mismo estilo y año de construcción, los Contessa tienen una cota de valoración más alta en el mercado de ocasión. Son piezas muy apreciadas por los aficionados en busca de veleros con carácter.
Principales características
Modelo: Contessa 35 CR
Diseñador: Doug Peterson
Constructor: Jeremy Rogers
Material de construcción: Laminado de fibra de vidrio
Año de presentación: 1975
Unidades fabricadas: 80
Eslora total: 10,80 m.
Eslora de flotación: 8,99 m.
Manga máx.: 3,48 m.
Calado: 1,90 m. (quilla de plomo)
Superficie mayor: 25 m2
Superficie génova 150%: 50 m2
Desplazamiento: 6.800 kg.
Por: Enric Roselló
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