Cirrus 3:4
Nacido para ganar
En el momento de su presentación, a finales de los años 70, el Cirrus ¾ llegaba como un velero capaz de ganar cualquier regata. Una vez jubiladas de su carrera deportiva, la mayoría de estas unidades se han reconvertido, con pleno derecho, al mundo del crucero y a las regatas de club.
El argentino Germán Frers fue uno de los "gurús" del diseño de veleros durante la década de los 70. De su gabinete salieron los proyectos de muchos de los barcos victoriosos por esa época en la Admirals Cup o en cualquier otra regata de relumbre internacional. Hacia 1976, dos de sus diseños llegaron a nuestro país para ser construidos en serie. Uno de ellos era el Wind 46, un Two Tonner que se fabricó con notable éxito en los desaparecidos Astilleros Nauta. El otro de estos diseños era el Cirrus 3/4, un barco que también tuvo una importante implantación entre los aficionados. El barco se ofrecía en dos versiones, idénticas en todo excepto en los interiores. La versión Regata, de la que se fabricaron escasas unidades, apenas ofrecía el justo acomodo para cumplir las normas del reglamento de competición IOR. La versión Crucero/Regata, que comercializó Taylor Española con notable éxito, ofrecía unos interiores sencillos, pero suficientes para el crucero. Al ser ésta la versión más difundida, nos ceñiremos a ella en el resto de los comentarios del barco.
Desde el momento de su presentación, el Cirrus 3/4 recibió elogios en sus líneas maestras. Sus formas de casco eran bastante modernas para la época, con una amplia manga (3,20 m.), la quilla trapezoidal en fundición de plomo (1,78 m. de calado) y un timón semi-suspendido con un fino skeg en todo su perfil. Las secciones de casco adoptaban criterios modernos, con un lanzamiento de proa moderado y una obra viva redondeada y de escaso calado. Sólo en la popa, la pluma de German Frers conservó un cierto tradicionalismo. En vez de decantarse por las popas anchas y portantes, que ya empezaban a verse en los diseños de Ron Holland, Dough Petterson o de un joven llamado Bruce Farr, Germán Frers apostó por una popa redondeada con una ligera "V", a medio camino entre las afiladas terminaciones de Stephens y los diseños de las nuevas generaciones.
Sobre cubierta, el Cirrus 3/4 presentaba unas formas de cabina en suave pendiente hacia proa, que empezaron a verse a mediados de los 70 en los diseños franceses de gran serie, para luego hacerse omnipresentes en todo tipo de veleros hasta nuestros días. La bañera, por el contrario, tiene el clásico diseño de los racers de aquellos tiempos, liberada de las brazolas para facilitar las maniobras y con unos pequeños bancos donde toda la tripulación podía acomodarse con cualquier escora del barco. En cualquier caso y desde un punto de vista estético, el Cirrus 3/4 conserva todo su encanto y atractivo a pesar de las décadas que lleva en el agua.
La maniobra original del Cirrus 3/4 también quedaba a medio camino entre tendencias clásicas y modernas (referidas al momento de su diseño). Por un lado, los winches de escota de spinaquer iban sobre la cabina, pero toda la maniobra del palo se manejaba en su base, con cuatro winches para las distintas drizas y amantillos.
Esta disposición fue modernizada por la mayoría propietarios a lo largo de los años y hoy es corriente ver como estos winches han sido suprimidos y su maniobra llevada sobre la cabina con sendos reenvíos, mordazas . . ¿y winches ST?. Lo que se ha conservado en la mayoría de unidades es la eficaz barra de escota de mayor de lado a lado a proa de la bañera. La calidad y buena instalación de los reenvíos y mordazas que se hayan ido instalado con los años serán un aspecto a tener en cuenta a la hora de interesarse por un Cirrus 3/4 de ocasión.
El mástil original, a tope de palo e implantado sobre la base de la quilla, tiene doble piso de crucetas transversales y baby-stay. En cualquier tipo de navegación sigue siendo cómodo de utilización y muy versátil en su trimado.
Interiores para el crucero
En su momento, los interiores del Cirrus 3/4 cumplían una necesaria función de acomodo en las regatas largas, sin ofrecer lujos ni detalles superfluos. Pero comparándolos con la parquedad de acabados en los modernos veleros de gran serie, casi podemos decir que este velero de Frers fabricado por Taylor parece un bien apañado. Eran otros tiempos y la profusión de madera era obligatoria incluso en barcos pensados primordialmente para las regatas.
Donde el Cirrus 3/4 no puede esconder su edad es en el volumen interior disponible. Su estrecha popa sólo alberga una litera conejera -de difícil acceso- tras la mesa de cartas y la cabina de baño, situada a media eslora, resulta hoy pequeña para lo habitual en barcos de 10 metros. Por el contrario, el barco dispone de una cocina y una mesa de cartas perfectas para la navegación y un cómodo y coqueto salón con dos literas preparadas para dormir con el barco escorado. Las siete literas disponibles en el barco quizás son excesivas para un programa de crucero, pero algunas de ellas pueden reconvertirse sin demasiadas complicaciones en espacios para la estiba.
Pensando en una puesta al día de su utilización, el Cirrus 3/4 puede ser una interesante opción para quienes buscan un barco de limitado presupuesto para combinar el crucero familiar con las regatas de club. El barco tiene una –preciosa- silueta que todavía resulta actual y sigue navegando con alegría entre las balizas. En ceñida con un poco de viento todavía es un velero difícil de batir, y su capacidad interior permite alojar sin agobios a cuatro o cinco personas en cruceros estivales. En este aspecto, la despejada cubierta del barco será un precioso aliado para las jornadas al sol, haciéndose perdonar la ausencia de cofre de anclas.
Una opión deportiva
Construido por los desaparecidos astilleros Taylor Española S.A., responsables también de toda la gama Dufour de la época, el Cirrus 3/4 (también conocido como Somo-S 34) estuvo en el catálogo de este astillero desde 1977 hasta el momento de su cierre, a mediados de los años 80. Sin poder recabar datos exactos de la cifra de unidades fabricadas, podemos aventurar que existen más de una veintena de Cirrus ¾ navegando por aguas españolas.
A pesar de su concepción regatera, el Cirrus ¾ ofrecía en su día un interior más cuidado de lo habitual en los racers. Esta cualidad sigue vigente y los nuevos propietarios agradecerán el nervio de este barco incluso con ventolinas, su buen ángulo de ceñida y su excelente estabilidad de rumbo. Con vientos portantes, el Cirrus 3/4 no puede competir en estabilidad con los nuevos diseños, aunque su enorme espinaquer (aparejo a tope de palo) garantiza unas buenas medias en toda circunstancia.
Los mayores problemas que pueden presentar las unidades en el mercado de ocasión vienen precisamente del uso intensivo en regatas que puedan haberle dado los anteriores propietarios a cada unidad.
Por un lado se hace indispensable un repaso al buen estado del palo y toda la jarcia, bien dimensionada en origen pero siempre susceptible a los desgastes propios de la edad. El ajuar de velas de cada unidad es otro punto a valorar, aunque estén ahora instaladas sobre un enrollador.
En lo referente a la maniobra, la ausencia de burdas y el buen dimensionado de todos los herrajes permiten una navegación relajada en crucero, incluso con poca tripulación. Una intensiva utilización en regatas también puede haber dejado huellas (golpes, grietas, etc.) sobre cubierta, que deberán ser inspeccionadas con atención.
Los interiores del Cirrus 3/4 tienen las ventajas e inconvenientes de la profusión de madera. Si el barco ha sido bien cuidado, la cabina tiene un encanto que compensa su escaso volumen. Si hay que rehacer la madera harán falta horas de lija y barniz, pero es un trabajo asequible a un amateur.
Como en todo barco de esta edad, es indispensable pasar revista a toda la instalación eléctrica y de agua, por cierto bastante someras de origen. Originalmente, el Cirrus 3/4 equipaba un motor de 25 CV, suficiente para alcanzar velocidades de crucero sobre los 6/6,5 nudos.
La construcción del casco, en laminado de fibra de vidrio con cubierta en sandwich de madera, requiere las inspecciones habituales en barcos de esta edad. La osmosis puede aparecer en algunas unidades y también hay que repasar el buen asiento de las varengas.
Principales características
Marca y modelo: Cirrus 3/4
Diseñador: Germán Frers
Constructor: Taylor Española S.A.
Material de construcción: Fibra de vidrio
Eslora total: 10,10 m.
Eslora de flotación: 8,38 m.
Manga: 3,20 m.
Calado: 1,78 m.
Desplazamiento: 4.300 kg.
Peso del lastre: 2.075 kg. (quilla de plomo)
Altura interior: 1,80 m.
Literas: 7
Gasoil: 60 litros
Agua dulce: 120 litros
Motorización: 25 a 30 CV
S.V. Mayor: 18,4 m2
S.V. Génova 100%: 28,3 m2
S.V. Génova 150%: 42,4 m2
S.V. máx.: 60,8 m2
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