Bricolaje: Mejorar el antiderrapante del suelo de la neumática
Para no resbalar en seco ni en mojado
Los suelos hinchables son hoy mayoritarios entre los pequeños anexos plegables. Las cualidades de este tipo de suelo son muchas y entre ellas destacar su ligereza, facilidad de montaje y buena navegabilidad. Entre sus defectos, hay uno muy común en las marcas de fabricación asiática y es lo resbaladizo de su suelo antes incluso de que haya una gota de agua de por medio. Este sencillo brico alivia este inconveniente de forma satisfactoria.
Cuando Zodiac presentó su primera neumática Fast Roller a primeros de los años 90, pocos tenían claro que el revolucionario suelo rígido hinchable que estrenaba esta gama era un concepto que iba a comerse la parte del león en el mercado de las pequeñas neumáticas auxiliares.
Un cuarto de siglo después, el suelo hinchable sigue plenamente vigente entre los anexos, un segmento donde –todo sea dicho- tampoco ha habido demasiadas revoluciones conceptuales en los últimos años.
Industrialmente sí ha habido cambios importantes desde los años 90. El continente asiático se ha adueñado del grueso de la producción de chinchorros en un mercado cada día más globalizado y bajo una crisis económica que parece enquistada.
Los chinchorros de fabricación asiática tienen muchas cualidades, empezando por un precio sin competencia que no compromete una calidad de fabricación sin apenas reproches.
El principal y genérico talón de Aquiles de las neumáticas asiáticas con suelo hinchable es su suelo. Comparados con los suelos de las Fast Roller (las gamas de entrada de Zodiac ya son hoy de origen asiático), los suelos inflables chinos son el doble de gruesos, no adquieren la necesaria rigidez ni hinchándolos a tope y además resultan muy resbaladizos.
Buscando soluciones
No hay remedio para reducir el grosor de un suelo hinchable chino. Su segundo problema, la falta de rigidez, puede aliviarse colocando las dos o tres tablillas transversales que muchas neumáticas llevan de serie para montar entre el suelo y la quilla. El tercer problema, el suelo resbaladizo, puede solucionarse con el brico que proponemos pegando tiras de antideslizante TBS 21 (2,1 mm. de grueso) con Sika 295 UV.
Otras alternativas que desechamos fueron la pintura flexible o las bandas TBS autoadhesivas. Las pinturas flexibles y específicas para tejido PVC o Hypalon –las hay en el catálogo de prácticamente todas las marcas de pintura- son la solución más sencilla de puesta en escena, pero las desechamos por su inconsistencia. Es un acabado interesante para rejuvenecer flotadores de grandes neumáticas, pero en el suelo enrollable de un pequeño chinchorro, este tipo de pinturas se ha de rehacer prácticamente cada temporada.
Las tiras de TBS autoadhesivas, en versión 16 (1,6 mm. de grueso), tienen un problema similar. Son una magnífica solución antideslizante en superficies del barco rígidas y lisas, pero su adhesivo no resiste pegado ni una temporada en el suelo flexible y enrollable de una neumática. Su propio fabricante TBS recomienda utilizar Sika cuando se aplica su revestimiento antideslizante sobre el gelcoat grabado de las cubiertas o sobre tejidos de neumática. Así lo hicimos.
Paso a paso
Nuestro punto de partida es el suelo de la neumática hinchado a tope y colocado a ser posible sobre una mesa (foto 1) para poder trabajar con más comodidad. Los productos a utilizar son los que salen en la foto (foto 2). El Sika Cleaner 205 limpia de forma eficaz los posibles restos de grasa o aceites que hayan podido llegar al suelo pegados en pies o zapatos. También se han de limpiar los posibles restos industriales o siliconas del antiderrapante TBS.
No frotar el suelo de la neumática con cerdas ni esponjas tipo ‘scotch brite’. El PVC no es nada amante de estas agresiones ni de la limpieza con disolvente o acetona, que pueden dañar el tejido y también tener incompatibilidades con el adhesivo Sika.
La imprimación Primer 206 es cara (50 € aprox. el bote), pero es 'mano de santo' en el buen agarre del adhesivo y en la longevidad del brico, asegurándole una vida útil prácticamente equivalente a la esperanza de uso de la neumática.
Como utensilios, hará falta un pincel para el Primer, cinta de pintor, tijeras o cutter, papel de lija, la rasqueta dentada para esparcir el Sika 295 UV y –opcionalmente- el rodillo para repasar el pegado del antiderrapante.
Medir y cortar las tiras de TBS 21 es el siguiente paso. Es importante redondear las esquinas y también es bueno dejar romos los cantos superiores del antiderrapante con un poco de papel de lija. La longevidad del brico lo agradecerá.
Una vez cortadas y presentadas las tiras, se marca con lápiz o rotulador fino su contorno sobre el suelo, enmascarándolo seguidamente con cinta de pintar. Es recomendable marcar cada tira y su respectiva posición en el suelo de la neumática. Nunca se cortan dos iguales y, de esta manera, cada tira volverá al sitio marcado.
Con las tiras cortadas y el suelo enmascarado, es el momento (foto 3) de aplicar la imprimación Sika Primer 206 tanto en el suelo del tender como en el TBS. Ojo con las manchas de esta imprimación negra; son muy complicadas de quitar. Transcurrido un mínimo de una hora, es el momento de aplicar el Sika 295 UV, esparciéndolo uniformemente y con cuidado por todo el reverso del TBS con la espátula dentada (foto 4). No hace falta aplicarlo en el PVC de la neumática. Para evitar las prisas y/o que el Sika vaya fraguando antes de lo debido, mejor aplicar el adhesivo y colocar las tiras de una en una.
El Sika 295 UV adhiere por contacto (foto 5) y no hace falta apretar con fuerza para obtener una unión firme. El rodillo, más que dar presión, hace que las tiras de TBS entren en contacto uniforme con el PVC. Para que no queden burbujas de aire encapsuladas en el TBS, hay que evitar pegar el antiderrapente en un solo gesto. Mejor empezar por un extremo y desdoblar poco a poco la tira alisando poco a poco con la mano para que no coja aire.
Si queda alguna imperfección o sobrante de Sika a la vista, no limpiar hasta que haya fraguado o esté a punto de hacerlo. Intentar limpiar el Sika fresco es garantía de pringar las manos, el TBS y el suelo de la neumática.
La foto final del resultado del brico es la que encabeza el artículo. No es la primera vez que hacemos este brico en el suelo de una neumática y podemos dar fe de una vida útil de siete años, extensibles sin duda a unos cuantos más.
Por: Toni Vernic
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