Primera Prueba Beneteau Oceanis 46.1: Un atractivo abanico de cualidades
No es el velero más rápido en su eslora. Tampoco el más amplio en su acomodación, ni el más ligero, el más rígido, el más barato, el mejor acabado ni el que tiene la maniobra mejor planteada. Pero el Oceanis 46.1 cumple muy honrosamente en todos los frentes y su amplia lista de opciones permite personalizar cada unidad al gusto de su cliente, mutando desde los requerimientos del chárter a los del armador particular amante de las regatas de club.
Tras la aplaudida presentación del Oceanis 51.1 la temporada pasada, Beneteau continúa en su renovación de la gama Oceanis con el 46.1, sustituto del OC 45 y retomando la firma de Pascal Conq en un casco ligero y de líneas modernas. Buscando la máxima polivalencia, el nuevo modelo ofrece opción a distintos calados y formas de quilla. También se proponen aparejos que van del ‘todo enrollado’ a la versión First Line con más palo (opción a carbono) y acastillaje más deportivo. Las distintas distribuciones interiores del nuevo Bénéteau también transfiguran su personalidad. El armador puede escoger entre 3, 4 y hasta 5 cabinas dobles, con 2, 3 o incluso 4 baños.
Entre los extremos de este buen aprovechamiento interior hay evidentemente diferencias en el tamaño y capacidad de estiba de las cabinas pero, en todas las distribuciones, las zonas comunes destacan por su amplitud y funcionalidad.
Por diseño, estética, prestaciones y habitabilidad, las cualidades del nuevo modelo son muchas y no es de extrañar que el OC 46.1 haya conseguido renovar la condición de Velero del Año que en su día consiguió su predecesor.
Interiores ala carta
La cocina del OC 46.1 puede ubicarse a lo largo del salón o en “G” junto a la entrada según el número de cabinas de baño elegido. En ambos casos su tamaño y capacidad de estiba son considerables, aunque la variante en “G” gana nuestro voto por su impecable comodidad trabajando en puerto o con el barco escorado.
La mesa del comedor en “C” queda a estribor del salón, con capacidad para sentar hasta 10 personas entre sus bancos y la banqueta complementaria. En la banda de babor, y también según la distribución escogida, se ubica la zona de navegación, con una simpática banqueta para siestas (o guardias) con ajuste de la elevación de las rodillas para una perfecta ergonomía.
La mesa de cartas es muy correcta en tamaño, pero la profundidad de su cajón es ridícula y apenas permite cerrar la tapa con un par de revistas en su interior. Las mesas de cartas –en general- están sufriendo una catarsis entre los decoradores. La progresiva, lógica y práctica migración de la electrónica a las bitácoras de la bañera han dejado la mesa de cartas ‘huérfana’ de responsabilidades. Nadie parece saber qué hacer con ella. Hay astilleros que la proponen escamoteable para perderla de vista, otros la plantean como zona alternativa de juegos o lectura, otros como pequeño despacho abierto. Cada propuesta tiene sus fans y sus detractores, pero ningún astillero ha conseguido todavía eliminar por completo la zona de navegación interior y sobrevivir comercialmente en el intento.
Para la acertada decoración interior, el gabinete Nauta propone las tonalidades roble claro o caoba oscura más tradicional de chapado sintético del mobiliario. Ambos se combinan con suelos laminados en contraste y el barco aprovecha perfectamente la iluminación natural mediante unos –enormes- ventanales fijos en los laterales del casco. El resultado global tiene una acogedora modernidad.
Último detalle, pero no menos importante, aplaudir los pasamanos en el techo a lo largo del salón, un accesorio cada vez más raro en las modernas decoraciones.
Cubierta y maniobra
La estética general del OC 46.1 es realmente atractiva. El discutido arco sobre la cubierta de anteriores Oceanis para arraigar la escota de mayor ha emigrado a la lista de opciones. Por contra, el práctico botalón de proa con la roldana del ancla y el arraigo de velas portantes se integra (opcional) como un guante en unas sobreestructuras especialmente afinadas, casi deportivas.
La bañera conserva cierto clasicismo en su distribución, con los asientos altos de respaldo para ganar protección y comodidad, al tiempo que generan el hueco para reenviar -escamoteada por dentro de las brazolas- toda la maniobra a las ruedas.
El espacio que se libera en cada lateral sobre la cabina, donde muchos veleros tienen reenviada la maniobra del palo, queda ocupado en el OC 46.1 por dos colchonetas para tomar el sol y un gran mueble/bar central preside el centro de la bañera.
La versión estándar del OC 46.1 lleva un palo de aluminio con mayor enrollable y dos pisos de crucetas anguladas. El mástil clásico es opcional y también se propone la versión First Line, que añade 1 m. de palo, incrementando hasta un 28% la superficie de algunas velas. Esta opción puede completarse con la quilla larga de hierro/plomo el “L” a 2,65 m., la estándar en “L” a 2,35 m. o la corta en “T” de 1,75 m.
La versión First Line (+18.000€) también mejora la profusión del acastillaje y sube el listón de las gamas utilizadas (mayormente Harken), bastante justitas en la versión base. La versión First Line incluye –entre otros- el botalón de proa, winches Performa, poleas Black Magic, cabuyería de Dyneema, jarcia Dyform. Sólo falta añadir las velas Elvstrom en laminado (+16.000€ aprox., para génova, mayor y Code 0).
La profusión de extras del OC 46.1 es un punto a su favor que le permite transfigurar su carácter de navegación e incluso su comodidad interior. Pero las cinco páginas de packs y opciones incluyen demasiados equipos que podrían venir de serie. Ponerlos como extras para abaratar el precio de salida es ‘hacer trampas en el solitario’. El precio base del OC 46.1 ronda los 225.000€ y la unidad probada, versión First Line con velas laminadas y Yanmar de 80 CV entre otros extras, subía hasta los 400.000€, y aun se hubiera podido añadir el mástil de carbono (+60.000€) y algún accesorio interior.
En el agua
Hicimos la prueba del Oceanis 46.1 en la base que Beneteau tiene al efecto en el barcelonés Port Ginesta. Cero viento al principio de la jornada, lo que nos invitó a mesurar de entrada las velocidades a motor. Con el Yanmar 80 CV la franja de crucero del tacómetro, el barco rondaba muy silenciosamente los 6,5/7 nudos a 2.000 rpm, y 8/8,3 nudos a 2.400 rpm. (tope a 3.000 rpm). Los 200 litros de combustible auguran una autonomía a motor sobre las 300+ millas.
Empezamos a navegar con mayor y Código 0 con un viento real de apenas 2,5/3 nudos y el barco llegaba a unos buenos 3,5 nudos con el viento real al largo, aunque el aparente fuera prácticamente de ceñida. Con el viento llegando a los 5 nudos, el barco seguía igualando y sobrepasando el TWS navegando al través.
Con esta brisa más estableo probamos las prestaciones en ceñida con el génova 105%. Con 4,7/5 nudos de viento real la corredera marcaba 4,3/4,5 nudos apurando hasta unos 30º AWA. Ceñir con ventolinas no suele ser el plato preferido de los veleros de crucero con foques de pequeña superficie y el OC 46.1 no es la excepción, pero la alegría del barco navegando con el Code 0 con poco viento merece una excelente nota.
Con el viento más alegre, sobre los 8/9 nudos, y de nuevo con el Código 0, la corredera mantenía sin problemas unos interesantes 8,5 nudos con el TWA por la aleta. En todos los rumbos el Oceanis se mantiene neutro y perfectamente estable en su rumbo. Casi demasiado ‘sobre raíles’ para los amantes de sentir los reglajes del barco en las ruedas. Las dos palas de timón y el marcado pantoque en toda la eslora cumplen de forma irreprochable su trabajo de estabilizar la carena.
La posición y la visibilidad hacia proa del caña son muy buenas tanto de pie como sentado. La facilidad de maniobra no es tan evidente. Los winches principales quedan pegados al asiento del timonel, incomodando trabajar con ellos desde las ruedas. Los winches secundarios y sus mordedores aun son más antipáticos en su ergonomía, quedando encajados en un estrecho hueco entre las brazolas, las ruedas y las bolsas de durmientes de cabos.
Pesando en una utilización del OC 46.1 en chárter con patrón, esta maniobra permite que una única persona maneje el barco sin apenas alejarse de las ruedas. Pero saliendo con la familia o amigos de crucero o en regatas de Club con la versión First Line, la ergonomía de winches y reenvíos es francamente mejorable. Por suerte, la opción de winches eléctricos permite sustituir el incómodo giro de las manivelas por un botón.
LO MEJOR
- Prestaciones a vela de la versión First Line
- Volumen y alta modularidad interior
- Estética moderna y deportiva
LO MEJORABLE
- Planteamiento y ergonomía de la maniobra
- Equipamiento estándar ajustado
- Acastillaje estándar limitado en cantidad y talla
Características: LOA: 14,60 m., HL: 13,65 m., LWL: 13,24 m., BMAX: 4,50 m., Cal.std.: 2,35 (1,75 m. y 2,65 m. plomo opc.), Desp.: 10.597 kg., Lastre: 2.735 kg. (3.061 kg y 2.576 kg. segun orza), Mayor: 54 m² (44,5 m² enrollable), Foque autovir.: 44,1 m² , Génova 105%: 58 m², Código 0: 102 m², Asimétrico: 152 m², Agua: 370 l., Gasoil: 200 l., Motor: Yanmar 57 CV (80 CV opc.). Precio base: 225.300 €, Diseño: Pascal Conq (www.beneteau.com)
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