Primera prueba: FLIR / Raymarine DockSense

Mar Abierto - Con el DockSense activado se crea un cordón alrededor del barco qu
Mar Abierto - El patrón tiene a la vista las tomas de vídeo alrededor del barco
Mar Abierto - El DockSense puede inmovilizar el barco en su puesto de amarre, da
Mar Abierto - Las cámaras FLIR del DockSense tienen dos objetivos interconectado

Las maniobras de amarre seguras y automatizadas por vídeo y GPS

(18/4/19) Probamos en el agua el sistema DockSense de FLIR / Raymarine, una interesante solución de amarre asistido basada en el reconocimiento visual de objetos y en la gestión segura y automatizada de las maniobras del barco. El sistema analiza los alrededores del barco mediante unas cámaras FLIR, controlando la propulsión y dirección del barco para evitar accidentes en las maniobras de amarre. Complicado de explicar, pero sencillo de utilizar.

El Dock Sense que probamos estaba instalado en un Jeanneau Prestige 460 que el astillero francés puso a disposición de la prensa. El astillero francés es la primera marca de motoras que ofrece esta novedosa tecnología en sus listas de opciones.
El DockSense está diseñado para facilitar el trabajo del capitán en las maniobras de amarre. Para conseguirlo, combina varias tecnologías. La primera son unas nuevas cámaras FLIR con doble óptica que captan la imagen, pero también las distancias entre objetos, de forma similar a nuestros dos ojos. Además de la imagen estándar de video, estas cámaras componen en el display un espectro alrededor del barco (hasta 50 m. aprox) parecido al de un radar, informando de cualquier objeto que sobresalga de la superficie del agua.
Una segunda tecnología del Dock Sense, combinada con la primera, es crear un ‘parachoques virtual de seguridad’ (Virtual Bumper) de 1 m. alrededor del barco que el patrón (o las condiciones meteo) nunca podrán invadir. Si el viento, la corriente o una desafortunada maniobra del patrón acercan el barco a menos de 1 m. del muelle o de otro barco, el sistema ‘toma el mando’ de hélices y timones para impedir el accidente.
Una tercera prestación del Dock Sense, esta vez asociada al GPS y al compás electrónico, es la facultad de inmovilizar el barco sobre el agua en cualquier posición y rumbo, con los timones y motores contrarrestando de forma automática los efectos del viento o las corrientes. Esta prestación tiene especial utilidad con tripulaciones reducidas, pues permite que el patrón ubique el barco en su amarre desde el puente de mandos, yendo luego a pasar amarras con tranquilidad, a sabiendas de que el barco no se moverá de su sitio.
El Dock Sense requiere instalar distintas cámaras alrededor del barco. Los datos de estas cámaras, así como los del compás, el GPS y el acceso a controles de motores y timones se centralizan en el App del DockSense, integrado en los MFD Axiom de Raymarine. El barco se sigue manejando con el joystick estándar (también conectable a mandos morse convencionales) y los dos motores IPS Volvo, sin requerir hélice de proa ni de popa.
La utilización del Dock Sense es bastante más fácil e intuitiva que la explicación de sus bases técnicas. El Prestige 460 que utilizamos en la prueba se manejaba como un juguete con el joystick y cualquier maniobra que intentamos se antojaba –asimismo- como un juego de niños. Probando de cometer errores voluntariamente en las maniobras, el Virtual Bumper se convierte un magnífico corrector de las torpezas del patrón, al tiempo que las distintas cámaras de vídeo informan perfectamente al patrón de lo que hay alrededor del barco.
Pensando en barcos con tripulaciones familiares, también me pareció muy práctica la posibilidad de inmovilizar el barco en maniobras tan cotidianas como parar en la entrada de un puerto para colocar las defensas o cuadrando el barco en su plaza antes de pasar las amarras. En todo caso y tal y como nos advertían los técnicos de Raymarine, abandonar el puesto de mandos y relegar 'a ciegas' el control del barco al Dock Sense es una acción de cierta irresponsabilidad. Un sabio consejo de británica tradición marinera.
Entre las prestaciones del Dock Sense eché de menos poder ajustar el rango de protección del Virtual Bumper. No es lo mismo 1 m. de seguridad en una motora de 15 m. que en un superyate de 40 m. Tampoco hace falta el mismo margen amarrando en una amplia marina que entrando, por ejemplo, en un ajustado foso de travelift, donde el Virtual Bumper igual agradece poder ceñirse a márgenes de 30 cm. por banda.
Puestos a pedir, añadir la visión submarina alrededor del barco en las maniobras sería un must para el DockSense casi tan interesante como la visión sobre el agua. (www.raymarine.com)