El Salón Náutico de París, previsto en abril de 2025, cancela ‘sine die’ su puesta en marcha
(23/nov/24) El Nautic en Seine, destinado a sustituir al Salón Náutico de Paris en la Porte de Versailles, finalmente no se celebrará. La Federación de Industrias Náuticas (FIN), patronal francesa del sector y organizadora de ambos eventos, comunica la cancelación de esta cita que, tras un par de retrasos, iba a tener lugar en abril de 2025 en una ubicación en las afueras de París, a orillas del río Sena.
Esta noticia llega en una semana en la que el METSTRADE de Ámsterdam, un salón náutico profesional dedicado en exclusiva a los accesorios y complementos náuticos, está batiendo todos sus récords de convocatoria, tanto de expositores como de visitantes.
La cancelación de París llega también pocas semanas después de que el Grupo Hanse anunciara que no expondrá sus barcos en el Boot de Dusseldorf, a celebrar en enero de 2025.
Las razones de la cancelación que exponen los organizadores de París y los directivos de Hanse son similares. Ambos hablan de un contexto económico desfavorable que imposibilita la organización o la participación en eventos de este tipo en condiciones óptimas.
Los responsables de la patronal FIN exponen que “La inestabilidad del mercado debido a factores económicos externos ha impactado nuestras perspectivas y debilitado el proyecto. La fase de precomercialización de espacios iniciada en los últimos meses no nos permite hoy continuar con calma el desarrollo de este nuevo salón”, declara Fabrice Lacoume, presidente de la comisión de la FIN organizadora del salón.
“Nuestra responsabilidad es (...) tener en cuenta los distintos peligros latentes. Los debates en nuestro consejo han puesto sobre la mesa que el contexto no es favorable. Es una decisión ciertamente lamentada, pero plenamente aceptada. Esto no nos impedirá seguir pensando en otras soluciones”, concluye Jean-Paul Chapeleau, presidente de la FIN.
La desaparición de salones náuticos emblemáticos en las capitales europeas interiores, como Londres o París, hace que nos preguntemos si seguirá siendo sostenible ver grandes barcos expuestos en tierra firme. Los salones náuticos a flote aguantan -de momento- el envite. Pero la vertiginosa velocidad a la que se mueven los sistemas de promoción y comercialización en todos los ámbitos comerciales plantea incluso la duda de si los salones náuticos -tal y como los hemos conocido hasta la fecha- tienen su espacio en la náutica del futuro.
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