Olivier Poncin (1954 – 2023)

El controvertido empresario francés Olivier Poncin falleció el 14 de mayo a los 68 años víctima de un cáncer. Se inició como empresario náutico a primeros de los años 80, cuando creo un concesionario de los veleros Kirie que pronto se convirtió en el mayor distribuidor de la marca. A finales de esta complicada década, un año después de que Beneteau comprara Jeanneau, Poncin se hizo cargo del astillero Kirie, también en dificultades. La aventura no duró demasiado y tras una corta agonía empresarial, Kirie fue primero cedida a sus acreedores y a los pocos años desapareció del mercado.
En 1988, Poncin adquirió los moldes de varios de los modelos de un astillero Dufour en profunda crisis y se hizo también con la marca con la idea de relanzarla. Al mismo tiempo, aprovechando esos tiempos económicamente tormentosos, hizo lo propio con los moldes y algunas instalaciones de las marcas Gib’Sea y Kelt, fundando Dufour Yachts.
Con unos socios, por esos años también fundó en paralelo la marca de catamaranes Nautitech, pero tras varias desavenencias con estos socios, la empresa pronto siguió su camino sin Poncin en el accionariado. La aventura con Dufour tampoco tuvo demasiada continuidad y hacia 2001, la marca del drakar se malvendió a Cantiere del Pardo.
Inasequible al desaliento, hacia 2003, Poncín fundo Poncin Yachts para fabricar los veleros Harmony, una gama novedosa en sus métodos robotizados de fabricación, pero que no tuvo demasiada aceptación y también desapareció pronto de los pantalanes.
Aprovechando nuevos tiempos de crisis, Poncin compró otro astillero en concurso de acreedores. En este caso eran los astilleros Catana y a punto estuvo de perderlos de nuevo en la crisis de 2008. Pero el auge de los catamaranes, sumado posiblemente a la experiencia adquirida tras años de negativas aventuras empresariales, permitió que Poncin mantuviera el astillero Catana e incluso creara con éxito en 2014 su segunda marca Bali.
Denostado durante años –posiblemente con razón- por inversores y profesionales de la náutica, es innegable que Poncin deja finalmente a sus herederos uno de los mayores astilleros de catamaranes del mercado, con cerca de 1.500 empleados, una facturación de 150M€ en 2022 y un beneficio neto de 17 M€.