El Govern Balear quiere soterrar un emisario de aguas fecales en plena bahía de Alcudia
(8/dic/22) La Conselleria de Medi Ambient del Govern Balear, gestionada por la coalición ecosoberanista 'MÉS per Mallorca', califica como “imprescindible” instalar un emisario de aguas fecales frente a la playa de Son Bauló, en la mallorquina bahía de Alcudia. Según se cita en Gaceta Náutica, el Ayuntamiento de Santa Margalida se opone frontalmente al proyecto.
El diario Gaceta Náutica se hace eco de que los problemas de depuración de aguas en la localidad de Can Picafort y sus posibles soluciones están provocando un duro enfrentamiento entre Miquel Mir, conseller de Medi Ambient y el municipio de Santa Margalida (en la bahía de d’Alcudia), contrario a la construcción de un emisario submarino de aguas residuales frente la playa de Son Bauló, uno de los parajes naturales mejor conservados de Baleares.
El ayuntamiento ha puesto el grito en el cielo y ha criticado el doble rasero de Medi Ambient, en manos del partido autodenominado ‘ecosoberanista’ MES per Mallorca que, por un lado multa y criminaliza a los navegantes de recreo que largan el ancla sobre la posidonia (menos de un 5% de los casos), y por otro lado ignora el daño ambiental que causan sobre esta planta marina los emisarios submarinos que vierten aguas fecales al mar.
El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, asegura que el Ayuntamiento está en contra del emisario que el Govern pretende construir siguiendo el cauce del torrente que desemboca en la playa de Son Bauló. Considera que "a estas alturas, tirar al mar agua sin depurar es una decisión equivocada que supondría arrasar decenas de hectáreas de posidonia en una zona catalogada como Lugar de Interés Comunitario (LIC)”
El problema de las aguas residuales de esta zona costera del municipio viene de lejos. Los Presupuestos Generales del Estado de 2010 ya fijaban el “interés general” de la construcción de una nueva depuradora junto la zona turística y residencial de Can Picafort. El proyecto ya incorporaba la instalación de una enorme tubería submarina de vertido, instalación a la que el consistorio de Santa Margalida se opone frontalmente.
La instalación del emisario implica socavar la arena de la playa
Como alternativa, Santa Margalida propone reutilizar el agua residual para una mayor sostenibilidad ambiental y económica. El Ayuntamiento mallorquín apuesta por la modificación de la actual depuradora de Muro-Santa Margalida (ambos municipios en la bahía de Alcudia, ligeramente tierra adentro), a fin de dotarla de un sistema de depuración terciaria del agua.
Recordemos en este punto que las depuradoras tienen tres niveles de tratamiento de las aguas fecales. El primario simplemente elimina sólidos en suspensión (ratas, preservativos, heces, plásticos, . . ). El secundario añade tratamientos químicos que dejan el agua técnicamente apta para el algunos riegos o usos industriales, pero todavía poco recomendable para cultivos de alimentación. Solo el tratamiento terciario deja el agua fecal apta para el riego de cultivos de consumo o actividades humanas, como huertas, jardines o campos de golf. Esta agua es incluso apta para su consumo directo.
El problema de numerosos municipios es -además- que no disponen de colectores o medios para separar las aguas residuales y las de lluvia. En caso de fuertes tormentas, las depuradoras se desbordan y vierten al mar toda el agua que les llega, fecal y pluvial, con el consiguiente problema medioambiental.
Juan Mateo Horrach, ingeniero industrial, asegura que hoy en día existe “capacidad técnica y económica” para realizar un tratamiento avanzado (terciario) del agua residual sin necesidad de verterla al mar. “Seguir apostando por los emisarios es un error. Se deberían suprimir como sistema de tratamiento porque tienen un efecto sobre el mar mucho peor del que se pensaba inicialmente”, señala.
El técnico apunta que el agua regenerada por la depuradora de Muro-Santa Margalida se podría aprovechar para reequilibrar s’Albufera cuando se den situaciones de déficit de agua. Horrach señala que “hay muchas posibilidades de reutilización de aguas residuales en usos urbanos, agrícolas, industriales o ambientales, cada una con su correspondiente nivel de tratamiento”
El Ayuntamiento de Santa Margalida afirma que un emisario submarino podría implicar vertidos de aguas residuales sin depurar al mar cada vez que se produzca un episodio de lluvias torrenciales en la zona, tal y como lleva años sucediendo en otros lugares de Baleares.
El subdirector de Gaceta Náutica, José Luis Miró, recuerda la investigación periodística de este periódico que reveló los episodios de grave contaminación causados por un emisario similar al que se quiere instalar en Son Bauló y que sigue operando frente la playa de Ciutat Jardí, en Palma. La investigación de Gaceta Náutica terminó con la apertura de diligencias de la fiscalía por delito medioambiental contra la empresa municipal de aguas y alcantarillados de Palma (EMAYA).
Además del daño ambiental sobre la posidonia, el alcalde Monjo señala que el emisario tendría también una mala influencia sobre las restantes playas de la Bahía de Alcudia: “Podría generar mala calidad en las aguas de baño y no podríamos optar a tener banderas azules”.
“No puede ser que el conseller (Miquel Mir, de MÉS per Mallorca) propugne políticas medioambientales sostenibles y luego haga todo lo contrario”, afirma Monjo, quien solicita al Govern que descarte el proyecto. En último término, el alcalde remarca tajante que el Ayuntamiento “nunca utilizará el emisario submarino en Son Bauló" recordando que "el agua de Can Picafort es competencia municipal y no autonómica”. Podría darse un caso similar al de los aeropuertos ‘sin aviones’ que hay por nuestra geografía. En este caso sería un emisario sin agua fecal.
Los emisarios tienen hoy mejores alternativas
Jaume Horrach, presidente asociación de hoteleros de Alcudia y Can Picafort, se ha posicionado también en contra del proyecto. Afirma que “en caso de vertidos, el perjuicio para la industria turística de toda la Bahía de Alcudia sería tremendo y tendría un impacto notorio y decisivo en la llegada de visitantes”.
A pesar del rechazo de los residentes de la zona, la Conselleria de Medi Ambient se ha reafirmado en que la construcción de una depuradora en Can Picafort con evacuación mediante un emisario submarino es “imprescindible”. Recordar en este punto que una dirigente de MËS en la Conselleria de Medi Ambient emitió un informe que niega evidencias científicas que avalen los daños de las aguas residuales sobre la posidonia. Las investigaciones la Fiscalía de Medi Ambient y el Seprona (Guardia Civil) sostienen claramente lo contrario. Hace unos días, el conceller de Medi Ambient Miquel Mir aseveró en sede parlamentaria que “Baleares tiene una de las mejores depuraciones de aguas del estado español”, en lo que parecía ser un claro anticipo de su defensa del emisario de Son Bauló.
El departamento de Miquel Mir responsabiliza al Ayuntamiento Santa Margalida de buena parte del problema, acusándolo de no haber realizado las inversiones suficientes en alcantarillado y considerando que la alta salinidad del agua residual impediría reutilizar el agua depurada. Su alternativa es enterrar una gigantesca tubería submarina que implicaría remover con maquinaria pesada el arenal de Son Bauló y arrojar millones de metros cúbicos de aguas residuales al Mediterráneo, uno de los mares más afectados por la contaminación y el cambio climático.
Por: Julio González/Gaceta Náutica
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