El Emirates Team New Zealand bate el récord de velocidad navegando a vela . . . por tierra

Mar Abierto Las pruebas de velocidad del ETNZ se realizaron en el lago salado Ga

(12/dic/22) El patrón del AC75 neozelandés también fue el piloto del 'Horonuku', su embarcación con ruedas diseñada para batir el récord mundial de velocidad terrestre a vela. El 'Horonuku', que en el idioma aborigen neozelandes significa 'deslizarse rápidamente por la tierra' hizo honor a su nombre y registró una velocidad de 222,4 km/h con un viento de 22 nudos en el lago salado Gairdner, en el sur de Australia.

Glenn Ashby estaba contento con su registro, pero era también consciente de que: “El equipo y yo estamos entusiasmados por haber batido el récord, pero sabemos que el Horonuku puede ir más rápido con más viento y mejores condiciones. Hay motovos para estar satisfechos, pero este no es el final”
Antes de que la velocidad de 222,4 km/h sea declarada oficial, se ha de realizar un proceso de verificación de acuerdo con el organismo rector internacional FISLY (Federation Internationale de Sand et Land Yachting), responsable de ratificar el nuevo récord. Un juez delegado por la FISLY estaba en el lago Gairdner para el registro y la toma de datos GPS del Horonuku y otros requisitos obligatorios de un intento de récord de este tipo. Los datos serán oficializados en unas 48 horas.
Horonuku está equipado con un GPS aprobado GNSS (Sistema de Satélite de Navegación Global) con una precisión de alrededor de los 10 mm. El anterior récord a vela sobre tierra lo ostentaba Richard Jenkins desde marzo de 2009. Es un récord que se ha mantenido durante más de 5.000 días.
“El proyecto Land speed ha sido una oportunidad para ampliar límites en campos de la aerodinámica, las fuerzas estructurales, los métodos de construcción y los materiales”, explicaba el director técnico del ETNZ, Matteo de Nora. “A menudo se subestima que las tecnologías que exploramos en desafíos como este o en una campaña de la Copa América, son la base de la tecnología del mañana. Estar en esta vanguardia de la tecnología que suponen estos desafíos es lo que más nos fascina a todos los que formamos este equipo”.
Las pruebas de velocidad del Horonukuhan sufrido meses de reraso por problemas de exceso de agua en el lago salado. Una temporada de intensas lluvias sin precedentes dejaron una capa de agua superficial impracticable y provocaron retrasos en el programa. El pronóstico del tiempo para este fin de semana tampoco estaba muy claro en la dirección ni en la fuerza del viento, añadiendo de nuevo la temida amenaza de lluvia y tormentas eléctricas.
“El equipo ha estado analizando los partes meteorológicos durante toda la semana, analizando las pequeñas ventanas que iban apareciendo. Lo que originalmente parecía un buen día de 20-22 nudos durante el sábado, terminó sin los vientos que necesitábamos”. explicaba Ashby.
“Con lluvia y menos viento en los pronósticos a partir del lunes, teníamos que aprovechar la pequeña ventana del domingo para intentar el récord. Por más preparado que estés, no puedes lograr un buen resultado sin un poco de ayuda de la Madre Naturaleza”.
“Ahora que hemos superado el récord, esperaremos tranquilamente un día seco y con más viento. El Horonuku seguro que tiene la capacidad de ir aún más rápido. Ahora toca descando y esperar un pronóstico perfecto para marcar mejores registros. En ausencia de brisas fuertes en los próximos días y con la Navidad a la vuelta de la esquina, es probable que la nueva marca no llegue hasta 2023”, concluía Ashby.